San Pedro Sula, Hnduras.
Verónica Mejía tuvo un embarazo normal, pero cuando iba a dar a luz no la atendieron a tiempo por lo que su hijo prácticamente nació muerto. No habían esperanzas de vida para su pequeño Joel, quien ahora es un milagro de la Teletón.
La joven madre recordó que ya estaba a punto de dar a luz y había llegado al hospital, pero fue regresada a su casa para que reposara. Horas después los dolores volvieron por lo que fue llevada a otro médico que al hacerle un ultrasonido vio que el niño estaba atravesado y que su presión estaba alta por lo que ya tenía un cuadro de preclancia.
El parto se convirtió en alto riesgo y la remitieron al hospital Mario Rivas, donde tenía que esperar que atendieran cuatro cesáreas, pero su niño, Joel Flores Mejía, no esperó. “Yo sentía que Joel se me movía exagerado, pero en un momento yo dejé de sentir que lo hiciera. Luego sentí que algo me iba bajando, pensé que era la cabeza, pero no, era una parte del cordón umbilical, la otra quedó enrollada en su cuello. Allí fue que se le formó la asfixia severa”.
Los médicos dieron como muerto a Joel. “Prácticamente nació muerto, en lo que el doctor me iba a envolver a Joel en la sábana de repente vio que se movía y se dieron cuenta que empezaba a respirar”.
Inmediatamente le conectaron ventilador de oxígeno, donde estuvo por un mes y convulsionó cuatro veces.
Los doctores no le dieron esperanzas. “El médico me dijo: ‘solo la mano de Dios se lo quiere rescatar. Pero sí su hijo vive, él no va a caminar, no va hablar, va a tener falta de aprendizaje, su hijo va a ser un niño especial’”.
 La terapista Nilsa Rodríguez atiende con dedicación a cada niño que llega con cuadros severos a la Teletón.
|
La Teletón ha sido su apoyo
La madre no perdió las esperanzas y fue en busca de ayuda a la Teletón cuando Joel tenía dos meses, ahora ya tiene tres años y ha evolucionado. “Con la estimulación del lenguaje él ya dice todos los nombres de las personas que vivimos en la casa, se sabe las vocales, los números del uno al cinco, me dice mamá y dice papá”, contó Verónica, quien nunca imaginó que necesitaría apoyo en la Teletón.
Historias como estas son una muestra del trabajo voluntario y especializado que brinda la Teletón y por lo cual los hondureños el próximo 12 y 13 de diciembre deben aportar para que más milagros sean posibles en la fundación.
