Tela, Atlántida, Honduras.
Las paredes del Centro Penal de Tela fueron testigos silenciosos del vínculo matrimonial realizado entre un privado de libertad y una ciudadana teleña.
Lesman Antonio Robles (39) fue condenado a siete años de prisión por el delito de robo, de los cuales ya ha cumplido seis años y siete meses.
Robles cuenta que conoció por teléfono a su ahora esposa Yani Elizabeth López (45) y mantuvieron una relación de noviazgo por más de año y medio.
“La conocí por teléfono, hace mucho tiempo, y me ha visitado continuamente; que yo esté preso no ha sido obstáculo para continuar nuestra relación. Estoy muy feliz y agradecido con Dios y con ella porque me ha sabido esperar y aún antes de salir me ha cumplido el deseo casarnos”.
Yani Elizabeth López expresó: “Queda manifestado que para el amor no hay barreras ni hay impedimentos. Lo nuestro ha sido difícil entre conocernos y esperar este momento tan feliz; solo puedo agradecer a las personas que nos apoyan y nos ayudaron con los trámites del proceso para lograr que nosotros pudiéramos ser reconocidos como marido y mujer”.
La pareja coincide al manifestar que “el amor todo lo puede y uno se fortalece, la espera tiene los resultados positivos, y eso nos satisface mucho. Ahora somos matrimonio y esperamos con ansias el día de su libertad para juntos iniciar una nueva vida”.
Ceremonia
El inusual evento se realizó en el salón de clases al interior del recinto penitenciario. La secretaria municipal procedió a dar lectura al acta matrimonial, a la firma de los contrayentes y de los testigos. Una vez cumplido los requisitos se procedió a la unión matrimonial, dejándose escuchar el tradicional: 'Sí quiero', lo que culminó con la entrega de anillos respectivamente y la pareja sello su unión con un abrazo y un beso.
Por la condición de Lesman como privado de libertad; el proceso del trámite de solicitud de matrimonio llevó más tiempo del estipulado.
La feliz pareja espera que los cinco meses de condena que aún le quedan al novio por cumplir pasen rápido para poder estar juntos y consumar su amor como cualquier otro matrimonio.
Durante la ceremonia Lopéz hizo una pequeña reflexión sobre sus días en prisión. “Los años aquí han sido duros, muy difíciles; por algo tan simple, que parecía tan sencillo. Pero aquí la vida me ha enseñado y al salir quiero poner en práctica los oficios que aprendí, artesanías y floristería, ya que una vez libre quiero hacer la vida honradamente junto a mi pareja”, dijo el reo.
Aunque no hubo música para celebrar, festejaron con refresco y el brindis con vino suave, un exquisito almuerzo y un delicioso pastel que compartieron con las pocas personas que les acompañaron en su enlace matrimonial.
Las paredes del Centro Penal de Tela fueron testigos silenciosos del vínculo matrimonial realizado entre un privado de libertad y una ciudadana teleña.
Lesman Antonio Robles (39) fue condenado a siete años de prisión por el delito de robo, de los cuales ya ha cumplido seis años y siete meses.
Robles cuenta que conoció por teléfono a su ahora esposa Yani Elizabeth López (45) y mantuvieron una relación de noviazgo por más de año y medio.
“La conocí por teléfono, hace mucho tiempo, y me ha visitado continuamente; que yo esté preso no ha sido obstáculo para continuar nuestra relación. Estoy muy feliz y agradecido con Dios y con ella porque me ha sabido esperar y aún antes de salir me ha cumplido el deseo casarnos”.
Yani Elizabeth López expresó: “Queda manifestado que para el amor no hay barreras ni hay impedimentos. Lo nuestro ha sido difícil entre conocernos y esperar este momento tan feliz; solo puedo agradecer a las personas que nos apoyan y nos ayudaron con los trámites del proceso para lograr que nosotros pudiéramos ser reconocidos como marido y mujer”.
La pareja coincide al manifestar que “el amor todo lo puede y uno se fortalece, la espera tiene los resultados positivos, y eso nos satisface mucho. Ahora somos matrimonio y esperamos con ansias el día de su libertad para juntos iniciar una nueva vida”.
Ceremonia
El inusual evento se realizó en el salón de clases al interior del recinto penitenciario. La secretaria municipal procedió a dar lectura al acta matrimonial, a la firma de los contrayentes y de los testigos. Una vez cumplido los requisitos se procedió a la unión matrimonial, dejándose escuchar el tradicional: 'Sí quiero', lo que culminó con la entrega de anillos respectivamente y la pareja sello su unión con un abrazo y un beso.
Por la condición de Lesman como privado de libertad; el proceso del trámite de solicitud de matrimonio llevó más tiempo del estipulado.
La feliz pareja espera que los cinco meses de condena que aún le quedan al novio por cumplir pasen rápido para poder estar juntos y consumar su amor como cualquier otro matrimonio.
Durante la ceremonia Lopéz hizo una pequeña reflexión sobre sus días en prisión. “Los años aquí han sido duros, muy difíciles; por algo tan simple, que parecía tan sencillo. Pero aquí la vida me ha enseñado y al salir quiero poner en práctica los oficios que aprendí, artesanías y floristería, ya que una vez libre quiero hacer la vida honradamente junto a mi pareja”, dijo el reo.
Aunque no hubo música para celebrar, festejaron con refresco y el brindis con vino suave, un exquisito almuerzo y un delicioso pastel que compartieron con las pocas personas que les acompañaron en su enlace matrimonial.
