24/04/2024
01:38 PM

El secreto de trabajar e imaginar

San Pedro Sula, Honduras.

Samuel Weiss, escribió sobre cómo marcar y fijar nuestras metas personales: “Dios nos concedió algo de su poder creador cuando nos dio imaginación para ver las cosas no como son sino como quisiéramos que fueran, y capacidad de trabajo para convertir en realidad lo que somos capaces de imaginar”.

Creo que en esta frase radica el secreto de toda planificación exitosa, sea que estemos estableciendo metas personales, de empresa o de país. Weiss nos habla de dos elementos. Primero de la capacidad de imaginar. Segundo de la capacidad de trabajar. Y asegura que juntos constituyen el secreto de toda realización valiosa. Pero por separado pierden fuerza.

Por ejemplo, ¿conoce usted gente que solamente imagina? Es esa gente que pasa soñando, que resuelve en teoría todos los problemas, que incluso cambia el mundo en cada conversación. Desgraciadamente dejan todo así, a nivel de pensamiento, y todo sigue sin cambio alguno.

Por otro lado, también hay gente que solamente trabaja, pero no imagina. Y pueden ser grandes trabajadores, pero terminan en un círculo que no los lleva a ninguna parte, trabajando para vivir y viviendo para trabajar. Los buenos gerentes saben el viejo axioma: “No se puede confundir actividad con logro. Ocupación no es lo mismo que productividad”. En otras palabras no basta caminar aprisa, si no sabemos para dónde vamos.

Dios nos dio “imaginación”. Y “capacidad de trabajo” para convertir en realidad lo que imaginamos. Estas dos cosas, juntas, ponen un magnífico poder a nuestra disposición.

¿Una idea nueva? Bueno, si usted pudiera viajar a Susexx, Inglaterra, y visitara la vieja iglesia anglicana del lugar, podría leer unas palabras escritas en 1730: “Una visión (imaginar) sin una tarea es como un sueño. Una tarea sin una visión no es más que un trabajo fatigoso. Una visión y una tarea son la esperanza del mundo”.

Incluso cuando las cosas vayan mal, haremos mal en ir con ellas. Usted y yo podemos usar la imaginación para ver cómo mejorarlas. Pero para que esto tenga sentido, debemos poner las acciones necesarias y realizar el trabajo. Entonces, eso que fuimos capaces de imaginar se convertirá en realidad.

LO NEGATIVO: Imaginar sin trabajar, o trabajar sin imaginar.

LO POSITIVO: Entender la enorme fuerza que hay en imaginar y trabajar.