La Ceiba, Honduras
Aprovechando la oscuridad de la madrugada y el descuido de los custodios que resguardan las celdas, dos reos se fugaron ayer del centro penitenciario de La Ceiba ubicado en barrio Inglés.
Un informe proporcionado por representantes de la Policía Nacional indica que los ahora prófugos de la justicia son Leonel Alexander Ramos y Philip Gordon Howell Escobar. El primero encarcelado por tráfico ilegal de armas y el segundo por tráfico de droga.
Agentes indicaron ayer que sospechan que los reclusos se habrían escabullido por un predio de extensión y escapado por una abertura en el techo, saliendo hacia la calle del barrio Inglés para escaparse.
En el muro que da a la comunidad, agentes mostraron el orificio por donde salieron los delincuentes. Del hoyo colgaba un cable de polietileno color naranja que habrían utilizado para deslizarse por la pared.
Encargados del centro penal se rehusaron a dar declaraciones del incidente, manifestaron que la Policía en la Jefatura número 1 en Atlántida daría un informe completo.
Hasta ayer, las autoridades policiales indicaron que desconocían adónde estaban los fugitivos, pero aseguraron que ya trabajan para dar con su paradero.
Hacinamiento
El centro penal de La Ceiba ubicado en el barrio Inglés está sobrepoblado conforme a datos de un informe del Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras (Conadeh) emitido en 2013.
El informe indica que a partir de la ley, la prisión debería albergar solamente a personas procesadas. Sin embargo, una parte de las reclusos están condenados y no han sido trasladados a la granja penal de El Porvenir.
Son 215 hombres los que están procesados y hay 39 condenados. Siete mujeres han sido condenadas y ocho procesadas.
La capacidad del centro es para 180 reclusos, pero cuenta con unos 269 reos. Ayer, habitantes del barrio Inglés y La Isla, comunidades aledañas al centro penal, expresaron sentirse amenazados ante la fuga de los presidiarios.
Además, a unos pasos de la penitenciaría se encuentra el proyecto turístico del muelle fiscal y hasta la fecha no hay planes de mover el presidio para no afectar la obra o ahuyentar la llegada de visitantes.
