18/04/2024
12:36 PM

Washington promete paz y calma en Misuri

El fiscal general de Estados Unidos, Erik Holder, llegó ayer a Misuri con el objetivo de apaciguar la ira afroamericana.

Misuri, Estados Unidos.

Al término de otra jornada de protestas ayer, Ferguson recibió la visita del fiscal general de EUA, Eric Holder, enviado por el presidente estadounidense Barack Obama para controlar las protestas y los disturbios en el estado de Misuri.

Ayer también se consideraba el posible inicio de una audiencia del gran jurado, el cual considerará acusar formalmente o no al oficial que disparó contra Michael Brown.

Holder se reunió con autoridades y enfurecidos residentes de ese suburbio, donde las protestas se han redoblado después de la muerte hace 11 días de un joven negro a manos de policías.

El secretario de Justicia es el funcionario de mayor jerarquía de la administración estadounidense que visita Ferguson, escenario casi a diario de manifestaciones y episodios de violencia desde que un policía blanco matara de seis balazos al joven negro Michael Brown, de 18 años.

Investigación

Holder dijo que se ha asignado a los “agentes y fiscales más experimentados” para investigar la muerte de Brown, en medio de sospechas de que la Policía local protegerá a uno de los suyos.

“Nuestra investigación es diferente”, prometió, rodeado de funcionarios federales en Misuri, incluyendo al agente del FBI a cargo, William Woods, y el fiscal federal Rich Callahan.

Holder prometió que la investigación de la muerte será “completa, imparcial e independiente”, pero precisó que “llevará tiempo”.

“Los ojos de la nación y el mundo están viendo Ferguson en estos momentos”, dijo Holder.

“Soy el fiscal general de EUA, pero también soy un hombre negro”. Holder recordó que se sintió humillado por la Policía de Carreteras cuando, siendo fiscal, iba a un cine con su primo por el barrio de clase alta de Georgetown, en Washington, y unos agentes les preguntaron adónde se dirigían.

Detenidos

La Policía anunció ayer que había detenido la noche anterior a 47 personas, que lanzaban botellas de orina contra los agentes federales.

Por primera vez en los últimos 10 días, las manifestaciones de la noche del martes se desarrollaron, salvo excepciones, en relativa calma.

“¡No disparen!”, gritaban los manifestantes, con los brazos en alto, ante agentes antimotines, quienes tras haber intentado durante varios días garantizar el orden con carros blindados y gases lacrimógenos, optaron por un perfil más bajo.

La muerte de Brown ha estado en la última semana en el centro de los reportes de todos los medios de Estados Unidos, donde regresó el espectro de los problemas raciales.