El Corpus, Choluteca, Honduras.
Mártir Martínez, un joven oriundo de la aldea La Cuchilla, en El Corpus, Choluteca, ya vivió en carne propia el horror de quedar soterrado en las entrañas de una mina.
El joven se graduó de Perito Mercantil en Concepción de María y siempre soñó con hallar trabajo y ejercer su profesión; pero no fue así, ninguna empresa ni oficina le abrió las puertas.
Ante la necesidad, el joven recurrió a la mina, donde ganaba poco, apenas para sobrevivir.
A sus 23 años, aún recuerda cuando hace cuatro un alud de tierra lo mantuvo soterrado durante 16 horas. Fueron momentos de angustia y desesperación, pero el pronto auxilio de sus compañeros de trabajo produjo el milagro: fue rescatado con vida.
Hoy que la tragedia toca de nuevo a la mina artesanal de San Juan Arriba, Mártir revive lo ocurrido. El joven no ha olvidado el momento que pasó cuando quedó atrapado; pero esta vez tuvo que enfrentar de nuevo el riesgo porque fue uno de los que participó en el rescate de tres de los mineros que salieron vivos de la mina artesanal.
“El 14 de noviembre de 2010 me atoré en el túnel, estuve 16 horas soterrado, una piedra me cayó en el pie y me fracturé. Era difícil para mí salir del túnel, fueron mis compañeros los que lucharon por sacarme, tuvieron que limpiar una chimenea para sacarme el pie porque estaba inmóvil. Yo estaba trabajando, estábamos nueve trabajadores, un muchacho se subió a una piedra a puntear con la almádana y fue cuando la piedra se soltó. Al quedar atrapado, yo lo único que dije fue: ‘Dios, si se hace tu voluntad que se haga’, no soportaba el dolor y creí que me sacarían muerto de la mina. Pero confiaba en Dios, y el milagro fue posible: me sacaron. Fue triste porque mis hermanos lloraban y estaban desesperados porque temían lo peor. Me tuvieron que operar. Fue difícil lo vivido, me traumó. Estaba nervioso, mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba. Pasé todo el día con miedo, pero los compañeros me ayudaron a olvidar lo vivido”.
Mártir Martínez, un joven oriundo de la aldea La Cuchilla, en El Corpus, Choluteca, ya vivió en carne propia el horror de quedar soterrado en las entrañas de una mina.
El joven se graduó de Perito Mercantil en Concepción de María y siempre soñó con hallar trabajo y ejercer su profesión; pero no fue así, ninguna empresa ni oficina le abrió las puertas.
Ante la necesidad, el joven recurrió a la mina, donde ganaba poco, apenas para sobrevivir.
A sus 23 años, aún recuerda cuando hace cuatro un alud de tierra lo mantuvo soterrado durante 16 horas. Fueron momentos de angustia y desesperación, pero el pronto auxilio de sus compañeros de trabajo produjo el milagro: fue rescatado con vida.
Hoy que la tragedia toca de nuevo a la mina artesanal de San Juan Arriba, Mártir revive lo ocurrido. El joven no ha olvidado el momento que pasó cuando quedó atrapado; pero esta vez tuvo que enfrentar de nuevo el riesgo porque fue uno de los que participó en el rescate de tres de los mineros que salieron vivos de la mina artesanal.
“El 14 de noviembre de 2010 me atoré en el túnel, estuve 16 horas soterrado, una piedra me cayó en el pie y me fracturé. Era difícil para mí salir del túnel, fueron mis compañeros los que lucharon por sacarme, tuvieron que limpiar una chimenea para sacarme el pie porque estaba inmóvil. Yo estaba trabajando, estábamos nueve trabajadores, un muchacho se subió a una piedra a puntear con la almádana y fue cuando la piedra se soltó. Al quedar atrapado, yo lo único que dije fue: ‘Dios, si se hace tu voluntad que se haga’, no soportaba el dolor y creí que me sacarían muerto de la mina. Pero confiaba en Dios, y el milagro fue posible: me sacaron. Fue triste porque mis hermanos lloraban y estaban desesperados porque temían lo peor. Me tuvieron que operar. Fue difícil lo vivido, me traumó. Estaba nervioso, mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba. Pasé todo el día con miedo, pero los compañeros me ayudaron a olvidar lo vivido”.
