Tegucigalpa, Honduras
Una densa nube de humo cubrió durante todo el mediodía de ayer el cielo de la capital, que obligó a las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a cancelar por tres horas el aterrizaje de aeronaves en el aeropuerto internacional de Toncontín.
A las 7:00 de la mañana se anunció la suspensión del ingreso de todos los vuelos a la terminal aérea y fue hasta pasadas las 10:00 de la mañana que se comenzó a normalizar el tráfico aéreo.
“Durante las primeras horas del día, la visibilidad era apenas de dos kilómetros y en Toncontín se necesitan al menos cinco kilómetros para aterrizaje”, explicó José Israel Navarro, director de la DGAC.
Para aumentar la visibilidad de la pista, los operadores del aeropuerto se vieron obligados a encender las luces de la pista para apoyar a los pilotos.
Navarro lamentó que los pirómanos no tomen en cuenta el daño que le hacen a la economía nacional, pues se generan millonarias pérdidas para las empresas operadoras y aéreas.
La paralización temporal de los vuelos será una constante esta semana, de acuerdo a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Óscar Lagos, pronosticador de turno, vaticinó que solo la influencia de fuertes vientos o una tormenta pueden disipar el manto de contaminación.
Las condiciones del tiempo que prevalecen sobre la capital son de temperaturas de hasta 32 grados centígrados y leves vientos, por lo que se estima que el humo tardará varias semanas en desaparecer.
Más incendios
Las emergencias provocadas por los incendios forestales continuaron ayer en la aldea El Chimbo, luego que el siniestro de El Piligüín se propagara hasta este sector. En total se quemaron 50 hectáreas de bosque, las llamas iniciaron en horas de la noche del martes y se controló hasta la madrugada de ayer.
Óscar Triminio, portavoz del Cuerpo de Bomberos, informó que hasta ayer se sofocó el siniestro que inició el lunes anterior en el vulnerable cerro de Uyuca. Triminio estimó que en las 72 horas que pasó bajó fuego la reserva biológica se afectaron 150 hectáreas de bosque.
Esto representa un severo daño a la producción hídrica de las cuatro microcuencas que abastecen de agua al municipio de Tatumbla y unas 50 comunidades del Valle del Zamorano. Durante las inspecciones en las áreas afectadas de El Piligüín se estableció que el incendio que devastó 600 hectáreas de bosque fue provocado por leñadores. “Encontramos leña apilada en el centro del área de amortiguamiento y algunas invasiones, por lo que intuimos que el fuego fue provocado”, a firmó.
A las puertas de una emergencia
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos advirtió ayer que el país estaría a las puertas de una “emergencia nacional” producto de los imparables incendios que están devastando su reserva forestal.
El titular del Conadeh, Roberto Herrera Cáceres, reveló que los siniestros han causando daños a la salud de las personas e incalculables pérdidas en la economía nacional.
Exhortó a trabajar unidos para frenar la degradación ambiental.
Declaró que los incendios y la sobreexplotación forestal degradan las cuencas de agua, produciendo el desabastecimiento que ya enfrentan seriamente los capitalinos.
