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El esquisto avanza más rápido que las leyes para regularlo

  • 22 abril 2014 /

El descubrimiento de grandes cantidades de desechos radioactivos mal almacenados y abandonados ha desatado la indignación de la gente.

Whashington, Estados Unidos

En una estación de servicio desierta en una ciudad remota del estado de Dakota del Norte, en Estados Unidos, funcionarios descubrieron hace poco un derivado indeseado del auge del gas de esquito: cientos de bolsas de basura llenas de desechos levemente radioactivos.

Estas bolsas, que fueron descubiertas a fines de febrero en la localidad de Noonan, contenían lo que se conoce como “calcetines de petróleo”: filtros serpenteantes de casi un metro de largo hechos de fibra absorbente. La industria del petróleo de esquisto usa las bolsas para capturar los residuos de agua que deja la fracturación hidráulica.

Días antes, hubo un hallazgo similar en camiones de remolque cerca de un vertedero de basura en Watford City, que, como Nooman, está ubicada en la parte occidental del estado, donde se ubican las formaciones de esquito de Bakken.

Ambos incidentes muestran que los reguladores de Dakota del Norte no han atendido con celeridad las repercusiones del aumento en la producción de crudo, que va desde una abundancia de gas natural en pozos petroleros hasta plataformas de perforación en tierras históricas.

La mayor parte del material radioactivo en las bolsas de petróleo proviene de sedimentos filtrados en el proceso de bombeo de agua desechada a pozos de inyección. El radio, que se encuentra en la tierra, las rocas y el agua, se acumula en los sedimentos filtrados.

“Antes del auge petrolero de Bakken no se generaban ninguno de estos materiales”, afirmó Scott Radig, director de gestión de desechos del estado. “Así que no era un problema”.

Los niveles de radiación de estas bolsas de petróleo son bastante bajos: funcionarios de Dakota del Norte afirman que una persona podría pararse durante un año al lado de un contenedor de basura lleno de estas bolsas y recibir menos radiación en la piel que al sacarse una radiografía dental. El descubrimiento de grandes cantidades de desechos radioactivos mal almacenados y abandonados ha desatado la indignación de la gente.

En respuesta, el estado aprobó una nueva ley que a partir del 1 de junio exigirá a la industria del petróleo de esquisto usar contenedores a prueba de filtraciones para almacenar temporalmente las bolsas en las zonas de los pozos.

Dakota del Norte ya exige que luego los filtros sean trasladados por “transportistas de desechos con licencia” hacia instalaciones de desecho autorizadas.

El problema es que el estado no tiene ni un solo lugar de almacenamiento capaz de gestionar desechos radioactivos, y ahora tiene entre 500 y 600 pozos de inyección que producen las bolsas.

Varios otros estados —Idaho, Colorado, Utah, y en cierta medida Montana— designaron vertederos para desechos con niveles de radiación por encima del promedio. Instalaciones en Montana aceptan materiales con niveles de radiación de menos de 30 picocurios (una medida de radioactividad) por gramo, mientras en Idaho toleran niveles de hasta 1.500.

“Hay tanto prisa por sacar el petróleo que las reglas y leyes no siguen el ritmo del desarrollo”, afirma Wayde Schafer, director de la filial local de la organización ecologista Sierra Club.

El desecho ilegal o almacenamiento de desechos radioactivos en Dakota del Norte son multados con hasta US$10.000 por incidente además de una multa de US$1.000 por desechos ilegales estándar, señalan funcionarios estatales.

Operadores de plantas de desechos analizan la basura con detectores de radiación, y tienen autoridad para imponer multas a quienes incumplen las normativas.

El volumen de desechos de filtros con niveles de radiación que requieren instalaciones de desecho especializadas en Dakota del Norte ahora oscila entre un mínimo de ocho toneladas diarias a varias veces esa cifra, según funcionarios estatales y de la industria.

Nadie sabe dónde terminan todos esos residuos, afirman empresas especializadas en desechar basura radioactiva. Pero creen que la mayoría son manejados adecuadamente para evitar fuertes multas.