Ciudad de Guatemala, Guatemala.
Las autoridades de México deportaron vía terrestre a 10.771 ciudadanos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua entre enero y febrero pasados, un 10% menos que en el mismo periodo de 2013, informó este lunes una fuente oficial.
Un informe de la estatal Dirección General de Migración de Guatemala publicado en su página de internet, indica que durante el primer bimestre del año fueron expulsados de suelo mexicano 4.608 hondureños, 4.322 guatemaltecos, 1.776 salvadoreños y 65 nicaragüenses.
El documento detalla que entre enero y febrero del 2013 fueron deportados 11.901 centroamericanos.
Durante todo el año pasado México deportó a 77.756 centroamericanos.
Unos 140.000 extranjeros, mayoritariamente centroamericanos, ingresan cada año de manera ilegal a México, intentando llegar a territorio estadounidense en busca de una mejor vida, de acuerdo con estimaciones oficiales.
Algunos de ellos pagan a traficantes conocidos como 'polleros' o 'coyotes' para que los guíen en su ruta clandestina y muchos son víctimas de robo, extorsión, violación, trata, secuestro y asesinato por parte de organizaciones del crimen organizado, así como de abusos por parte de las autoridades.
Las autoridades de México deportaron vía terrestre a 10.771 ciudadanos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua entre enero y febrero pasados, un 10% menos que en el mismo periodo de 2013, informó este lunes una fuente oficial.
Un informe de la estatal Dirección General de Migración de Guatemala publicado en su página de internet, indica que durante el primer bimestre del año fueron expulsados de suelo mexicano 4.608 hondureños, 4.322 guatemaltecos, 1.776 salvadoreños y 65 nicaragüenses.
El documento detalla que entre enero y febrero del 2013 fueron deportados 11.901 centroamericanos.
Durante todo el año pasado México deportó a 77.756 centroamericanos.
Unos 140.000 extranjeros, mayoritariamente centroamericanos, ingresan cada año de manera ilegal a México, intentando llegar a territorio estadounidense en busca de una mejor vida, de acuerdo con estimaciones oficiales.
Algunos de ellos pagan a traficantes conocidos como 'polleros' o 'coyotes' para que los guíen en su ruta clandestina y muchos son víctimas de robo, extorsión, violación, trata, secuestro y asesinato por parte de organizaciones del crimen organizado, así como de abusos por parte de las autoridades.
