Tegucigalpa. Hoy culmina el año escolar con 220 días de clases impartidos en promedio. En algunos centros educativos se sirvieron más y en otros, menos.
Se espera que este sea el primer paso para recuperar la gobernabilidad en el sistema educativo, donde durante la última década (exceptuando el presente año) se han perdido cerca de 600 días de clases, es decir tres años lectivos.
El ministro de Educación, Marlon Escoto, dijo que se sentía satisfecho con los logros, con haber garantizado las aulas abiertas en el presente año.
Lamentó que su período al frente de la Secretaría de Educación esté llegando a su final, pues hay proyectos y programas que deben continuar para garantizar el repunte de la calidad educativa del país.
Sin embargo, dijo que prepara un documento, que será entregado a la comisión de transición que nombre el presidente electo Juan Orlando Hernández, donde se propondrá continuar esos programas.
El ministro reconoció que hay muchos retos que deben ser sorteados, como el mejoramiento de la infraestructura escolar.
Además se debe transparentar el proceso de nombramiento de docentes y ampliar las coberturas en preescolar y diversificados, ambos grandes “desafíos” para el próximo Gobierno, dijo Escoto.
