Washington, Estados Unidos
El exsecretario de Estado de EUA para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roger Noriega, advirtió que el Partido Libre planea desestabilizar las elecciones de Honduras y que, si gana, probablemente será el propio Manuel Zelaya el presidente de la Asamblea Constituyente que anuncian.
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La publicación Monitor de las Elecciones en Latinoamérica “rastrea el peligroso legado del caudillo venezolano Hugo Chávez”, quien perfeccionó el arte de la subvertir las instituciones democráticas y de manipular las elecciones para tomar el poder y avanzar en una agenda antidemocrática y corrupta, dice la Fundación Heritage.
“El neocaudillismo que Chávez reinventó ha demostrado ser un modelo atractivo para otros aspirantes cínicos al poder. Estos autoritarios son una amenaza a la estabilidad regional, ya que a menudo hacen causa común con los criminales, cuyas actividades ilícitas son facilitadas por una ruptura en la democracia legítima y el Estado de derecho. Así que la lucha por la democracia y el Estado de derecho en las Américas nunca ha sido más crítica”, señala la fundación.
Durante el foro ‘Inseguridad y las elecciones en Honduras: ¿qué está en juego para América Central?’, del pasado 20 de noviembre, entre los panelistas invitados por la Fundación Heritage, el embajador Roger Noriega, de Vision Americas; Eric Olson, del Centro Woodrow Wilson, y Joseph Humire, del Centro para una Sociedad Segura y Libre, expusieron sus preocupaciones sobre el próximo proceso electoral en Honduras.
Noriega, embajador ante la Organización de los Estados Americanos en la administración del presidente George W. Bush, se refirió a una “nueva cepa” del populismo latinoamericano que busca el “desmantelamiento de las instituciones democráticas que tomó la mayor parte del siglo XX de consolidar en América Central”.
Agregó que, a diferencia del pasado, “esto ya no es un fenómeno ideológico porque el proyecto no es más que una fachada para las ambiciones de los políticos hambrientos de poder que buscan sacar provecho de la corrupción”.
Según el embajador Noriega, al socavar el imperio de la ley en sus países, estos líderes corruptos son capaces de “extender su control sobre el poder, garantizar la impunidad de su corrupción y establecer un entorno permisivo para sus aliados criminales”.
Honduras
Noriega señaló que la candidata presidencial por el partido Libre, Xiomara Castro de Zelaya, “no tiene experiencia en política y es ampliamente vista como un instrumento de las ambiciones políticas de su marido”.
La señora Castro de Zelaya está basando su campaña en la promoción de una Asamblea Nacional Constituyente que “implica la disolución del Congreso, la Corte Suprema de Justicia y otras instituciones, así como la actual Constitución, con el fin de crear una asamblea de constituyentes para reescribir las leyes del país a partir de cero.
Un presidente de la Asamblea también se designa y este podría ser el propio Zelaya”.
El embajador Noriega también mencionó “la creciente preocupación por la posibilidad de que el partido de Manuel Zelaya trate de promover actividades de desestabilización y violencia en la jornada electoral en un intento de mantener a los votantes en sus casas y deslegitimar el proceso electoral”.
Noriega llegó a la conclusión sobre Honduras diciendo que “es de suma importancia que la comunidad internacional, los observadores internacionales y los que apoyan la democracia en toda la región pongan mucha atención al país en las próximas semanas”.
Recursos internacionales
Joseph Humire, del Centro para una Sociedad Libre y Segura, destacó que el único candidato en Honduras que está recibiendo sustanciales “recursos internacionales y el apoyo regional” es Xiomara Castro de Zelaya, del Partido Libre.
A modo de ejemplo se refirió al reciente respaldo del expresidente de Brasil, Lula da Silva, para Castro de Zelaya, que se presentó en un anuncio de televisión en Honduras y que muchos criticaron como una violación de la ley electoral.
Humire también hizo referencia al énfasis de la izquierda internacional en las elecciones de Honduras que se refleja en las acciones del Foro de Sao Paulo y su reciente firma de la Declaración de Tegucigalpa.
En opinión de Humire, “Honduras está en una encrucijada política y geográfica.
La posición del país lo convierte en un eslabón vital en los negocios de drogas del régimen venezolano, así como de la agenda política de la izquierda internacional”, puntualizó Humire.
