Han pasado más de 30 años del divorcio de Jose Luis Rodríguez El Puma con la actriz y cantante Lila Morillo. Aquel matrimonio muy querido por Venezuela que tuvo como fruto dos talentosas hijas Liliana y Lilibeth Rodríguez.
Para ambas actrices su padre no solo se separó de su madre, sino de ellas también. Algo que no perdonan y que no comprenden por qué lo ha hecho.
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Lila Morillo y El Puma contrajeron nupcias en 1966 ambos muy enamorados y Venezuela ama verlos juntos.
Para esa época, ambos cantantes firmados con el mismo sello 'Velvet de Venezuela', realizaron juntos varias grabaciones de sencillos como 'Felicitaciones', 'El pavo de Lila', No me quiera tanto' y 'El Hijo de nadie'.
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'Liliana' fue uno de los temas compuestos por ambos para su primera hija, Liliana, nacida el 26 de abril de 1967.
Lila y José Luis, ya como esposos, participaron en discos, telenovelas, comerciales y giras. Regentaron el 'Club La Fuente', un espacio de esparcimiento nocturno en el este de Caracas en los años 70.
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La familia ejemplar encontró un apoyo incondicional en el programa Sábado sensacional (estrenado el 29 de enero de 1972). De la mano del animador Amador Bendayán, el público criollo pudo seguir la evolución de los Rodríguez-Morillo. Todo era paz y amor.
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Foto: La Prensa
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Debido al éxito de su carrera El Puma se mudó a Miami. En el norte se debilitó el matrimonio que concluyó el 1° de julio de 1986, con la firma del divorcio más mediático en los anales del medio artístico nacional.
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Madre e hijas se hicieron una sola y hasta el día de hoy se mantienen en esa postura.
Lila, exesposa de El Puma, afirma que se casó enamorada y se divorció enamorada.
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“En mi unión con este gran cantante nunca hubo peleas ni escándalos en el hogar. Mis hijas, Liliana y Lilibeth, no eran culpables de lo que vivíamos en ese momento. Siempre creí que en la habitación se arreglarían las cosas, así que fue muy duro para mí. A mis hijas nunca les hablé mal de su papá. Le expliqué que, cuando él no estuviera con nosotras, debían amarlo”, explicó la intérprete de “El Cocotero”.
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Con el divorcio quedó establecido que Liliana, quien ya era mayor de edad, tenía 19 años, viviría con su madre, mientras que la guarda y custodia de Lilibeth, con 17 años, quedaría también en manos de su progenitora.
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“El paso que di fue lo mejor para los dos…”, agregó Lila, al rememorar lo sucedido. José Luis, el mismo día de la firma, informó por qué se tomó una decisión tan drástica: “Eso forma parte de la vida privada nuestra. El que sabe lo que está pasando es Jesús, que está dentro de la casa. Es difícil mantener una situación tortuosa dentro de un hogar”.
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“Vivir 20 años con alguien no es un fracaso, es un triunfo muy grande. He ganado muchas cosas, cosas que no tenía hace 20 años. Esto es un experiencia”, dijo la expareja de El Puma.
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A los cuatro meses de la ruptura, José Luis conoció a la modelo cubana Carolina Pérez, con quien inició una relación que se ha mantenido hasta ahora.
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También comenzó un ciclo de encuentros y desencuentros con su ex y con sus hijas mayores. Mientras Morillo hablaba sobre la situación, El Puma optaba por el silencio.
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No obstante, la situación se agudizó con el nacimiento de Génesis Rodríguez Pérez en 1987. La brecha se hizo más profunda y lo que era una comidilla trascendió a los medios, a través de declaraciones que hablaban de distanciamiento y olvido por parte del cantante.
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El episodio que terminó de quebrar la relación entre José Luis, Liliana y Lilibeth ocurrió en 2004. Ese año, Telemundo seleccionó a Génesis como protagonista de la telenovela Prisionera, al lado del mexicano Mauricio Islas. Los productores organizaron una fiesta el 28 de junio en donde supuestamente ambos tuvieron un encuentro íntimo.
Para ese entonces Génesis tenía 17 años por lo que El Puma demando a Islas por 'Violación sexual estatutaria'.
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En medio de la controversia, apareció Lila con una candente revelación. Aseguró a la revista TV Notas que no entendía el comportamiento del padre de sus hijas, porque cuando Liliana tenía seis años de edad fue abusada por el guitarrista Publio García, en el estudio de grabación que la familia tenía en su hogar.
La intérprete agregó que, en ese momento, la reacción de José Luis fue despedirlo, sin hacer mayor bulla, para “no perjudicar su imagen artística”.
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Más de una década ha durado la distancia entre padres e hijas. Ni las palabras ni los llamamientos transmitidos a través de los medios han revertido la situación, aunque trascendió que hubo dos intentos de acercamiento que, no obstante, fracasaron. El ídolo de la canción ha mantenido su comportamiento de siempre, sin ceder a la tentación de responder.
Tanto así, que en medio de su enfermedad y la recuperación de su transplante de pulmón sus hijas se mantuvieron al tanto de su salud por terceras personas.