El presidente de EEUU, Donald Trump, prometió hoy que 'ganará' la guerra contra las conocidas como 'ciudades santuario', aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a inmigrantes, y acusó a esas jurisdicciones y a los demócratas de 'proteger a los criminales'.
Trump reunió en la Casa Blanca a legisladores y a funcionarios federales y estatales para hablar de las jurisdicciones 'santuario', unas 200 ciudades y condados de EEUU que no destinan recursos a perseguir a inmigrantes y se niegan a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas detenidas.
'Vamos a ganar en esto. Debería ser fácil, pero no lo es', dijo Trump, y prometió ir 'todavía más rápido' en el combate de su Gobierno contra esas ciudades, entre las que figuran algunas tan importantes como Nueva York y Chicago, además del estado entero de California.
'Queremos tener ciudades seguras', insistió Trump, al asegurar que los lugares santuario protegen a inmigrantes indocumentados que son 'depredadores', 'violadores' y 'asesinos' y dejan a ciudadanos estadounidenses 'a merced de asesinos atroces'.
Trump ha tratado de privar a las 'ciudades santuario' de fondos federales, destinados por ejemplo a mejorar el equipamiento de sus agentes policiales.
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El director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Thomas Homan, aseguró en el acto que las 'ciudades santuario' están 'llenando las cuentas bancarias de las organizaciones criminales' en México y Centroamérica, que aprovechan esas políticas para reforzar su estrategia.
Homan insistió en que el ICE quiere que esas ciudades proporcionen a los agentes de inmigración 'un acceso sin restricciones a sus cárceles del condado' para poder arrestar allí a indocumentados que puedan haber cometido un crimen, en lugar de hacerlo 'en las comunidades'. EFE