Florida, Estados Unidos.
Después de cinco días sin trabajar y sin ganar dinero, gran parte de hondureños comienzan a sentir el golpe en la economía asestado por el huracán Irma.
Desde mediados de la semana pasada, cuando las autoridades exhortaron a evacuar las zonas de alto riesgo, y hasta ayer, cuando la tempestad había pasado, los hondureños han permanecido inactivos, y ahora esperan que la vida de la Florida se restablezca para salir a trabajar.
“Los hondureños estamos pasando una crisis. No hay luz, no hay trabajo, todo está parado, porque hay árboles caídos que no permiten circular, y también hay zonas inundadas”, dijo Rommel Aníbal Zúniga (de 34 años), originario de La Ceiba. “Tenemos cinco días sin trabajo y eso me preocupa por la economía”.
Al igual que Zúniga, Lenín Silva Perdomo, originario de
San Pedro Sula y residente en
Miami desde hace 12 años, está esperando “que todo vuelva a la normalidad”.
“Gracias a Dios no tuvimos problemas durante el huracán. Ahora estamos sin luz, desde el sábado, y no estamos trabajando. Nadie trabaja”, dijo. Perdomo, quien anoche no tenía luz en su vivienda, abriga las esperanzas que, una vez restaurado el sistema eléctrico, habrá más trabajo en la construcción porque muchas casas resultaron dañadas.
No reportan muertes de hondureños
Compatriotas consultados por LA PRENSA explicaron que hasta anoche no tenían conocimiento de que el huracán Irma hubiera provocado la muerte de catrachos y daños cuantiosos a bienes materiales.
Las
autoridades de Florida registran hasta el momento 12 muertos por el paso del ciclón.
Lilian Sosa, con 12 años de vivir en el noroeste de Miami, expresó que el principal problema que atraviesan los hondureños y gran parte de los habitantes de Miami “es la falta de energía eléctrica”.
“Todos estamos sin luz, gracias a Dios ya pasó el huracán. Todo estuvo muy feo. Ahora hay calles llenas de basura, árboles caídos y hay inundaciones. Esto hace difícil que la gente trabaje”, contó.
Focos y fogatas
Los hondureños relataron que, en las últimas tres noches, se han alumbrado con focos de mano o han prendido fogatas por la falta de electricidad.
Algunos lograron comprar plantas de generación eléctrica, las cuales, ahora, están escasas en el mercado.
La falta de energía eléctrica, además de no permitir la realización de actividades domésticas, impide a los hondureños recibir información sobre la situación del estado de la Florida tras el paso del huracán.
“Estamos a oscuras, con calor, y no sabemos qué está pasando afuera, porque no tenemos medios para informarnos”, dijo vía teléfono Joisy Amaya, originaria de Tela y residente en Fort Lauderdale.
El lunes, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que toda la estructura consular estaba alerta para atender a los hondureños afectados por el huracán en la Florida.
Después de cinco días sin trabajar y sin ganar dinero, gran parte de hondureños comienzan a sentir el golpe en la economía asestado por el huracán Irma.
Desde mediados de la semana pasada, cuando las autoridades exhortaron a evacuar las zonas de alto riesgo, y hasta ayer, cuando la tempestad había pasado, los hondureños han permanecido inactivos, y ahora esperan que la vida de la Florida se restablezca para salir a trabajar.
“Los hondureños estamos pasando una crisis. No hay luz, no hay trabajo, todo está parado, porque hay árboles caídos que no permiten circular, y también hay zonas inundadas”, dijo Rommel Aníbal Zúniga (de 34 años), originario de La Ceiba. “Tenemos cinco días sin trabajo y eso me preocupa por la economía”.
Gran parte del estado de la Florida se encontraba ayer inundado a causa del huracán Irma.
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“Gracias a Dios no tuvimos problemas durante el huracán. Ahora estamos sin luz, desde el sábado, y no estamos trabajando. Nadie trabaja”, dijo. Perdomo, quien anoche no tenía luz en su vivienda, abriga las esperanzas que, una vez restaurado el sistema eléctrico, habrá más trabajo en la construcción porque muchas casas resultaron dañadas.
No reportan muertes de hondureños
Compatriotas consultados por LA PRENSA explicaron que hasta anoche no tenían conocimiento de que el huracán Irma hubiera provocado la muerte de catrachos y daños cuantiosos a bienes materiales.
En Miami Beach y en otras áreas había ayer árboles caídos que impedían el tránsito de automóviles.
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Lilian Sosa, con 12 años de vivir en el noroeste de Miami, expresó que el principal problema que atraviesan los hondureños y gran parte de los habitantes de Miami “es la falta de energía eléctrica”.
“Todos estamos sin luz, gracias a Dios ya pasó el huracán. Todo estuvo muy feo. Ahora hay calles llenas de basura, árboles caídos y hay inundaciones. Esto hace difícil que la gente trabaje”, contó.
Rótulos de tiendas y estructuras metálicas de negocios permanecían en el suelo.
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Los hondureños relataron que, en las últimas tres noches, se han alumbrado con focos de mano o han prendido fogatas por la falta de electricidad.
Algunos lograron comprar plantas de generación eléctrica, las cuales, ahora, están escasas en el mercado.
La falta de energía eléctrica, además de no permitir la realización de actividades domésticas, impide a los hondureños recibir información sobre la situación del estado de la Florida tras el paso del huracán.
Algunas casas, de estructura endeble se encuentran con las paredes destruidas.
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El lunes, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que toda la estructura consular estaba alerta para atender a los hondureños afectados por el huracán en la Florida.