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08:28 AM

Enfermo mental apagó la risa de la pequeña Ariadna

  • 18 agosto 2017 /

El hombre, primo de la madre de la menor, fue detenido por la Policía. La Fiscalía ordenó que Medicina Forense aplique la evaluación siquiátrica al sospechoso.

San Pedro Sula, Honduras.

La risa y los juegos de la pequeña Ariadna Sucely Aguilar Alfaro (de 3 años) se apagaron ayer cuando un familiar con problemas mentales le tapó la nariz y la boca y la asfixió dentro de uno de los cuartos de su casa.

Ariadna Sucely, hija del periodista Arlinton Aguilar, fue llevada a una clínica de El Progreso, Yoro, pero ya no tenía signos vitales.

En el centro asistencial, los médicos solo pudieron observar que la menor tenía morada el área de la boca y nariz, pero no había golpes ni heridas en su cuerpo.

La tragedia ocurrió en la casa de la familia de la niña en el lugar llamado Remolinos 2, del sector de Omonita, en San Manuel, Cortés, cuando estaba bajo el cuidado de parientes.

Foto: La Prensa

La madre de la menor y sus familiares lloraban desconsolados.
En la casa también estaba Virgilio Alfaro (de 27), sobrino de los abuelos de Ariadna Sucely, quien era mantenido en el patio de la casa debido a los problemas mentales que tiene. Pero ayer a eso de las 10:30 am logró ingresar en la casa en un descuido y encerró dentro de un cuarto a la pequeña Ariadna Sucely, quien después de unos minutos comenzó a ser buscada por su abuela y los demás familiares.

Cuando detectaron que el cuarto estaba con llave, las mujeres le gritaban a Virgilio que abriera y que les diera a la niña. En la desesperación de lo que podía haber ocurrido, los familiares de la niña abrieron la puerta, pero al ingresar solo encontraron el cuerpo tirado en una orilla del cuarto.

Virgilio le había tapado la boca y la nariz a la niña y ella ya no respiraba.

Los familiares trasladaron a la pequeña a una clínica privada, pero ya estaba sin vida.

Foto: La Prensa

Los vecinos de la familia de la niña se solidarizaron ante la tragedia de la que dijeron que se pudo haber evitado si el hospital no se lo hubiera regresado a la familia para que lo cuidaran en la casa.
“La familia sufre esta tragedia doble, pues mi sobrina era un ángel de alegría y también mi familia protegía a Virgilio, porque mis padres los criaron desde los cinco años”, dijo Nairo Alfaro, tío de la pequeña Ariadna.

Indicó que el año pasado Virgilio golpeó a sus tíos, por lo que buscaron ayuda en la Fiscalía, la que ordenó que lo atendieran en el hospital siquiátrico Santa Rosita. “Llevamos la orden de la Fiscalía, la remisión del centro de salud y constancias de los vecinos que afirmaban que Virgilio tenía problemas mentales”, expresó.

Alfaro dijo que con las constancias demostraban que Virgilio necesitaba ayuda de los médicos, “pero en el Santa Rosita solo lo tuvieron unos días internado y luego dijeron que ya estaba bien”. Virgilio regresó a la casa de sus tíos que le compraban sus medicamentos y no les volvió a presentar cuadros de violencia. “Él pasaba en el patio, hacía mandados y solo andaba en las zonas cercanas a la casa, no era de los que andaba en la calle”, dijo uno de los parientes.

Foto: La Prensa

La Fiscalía ordenó la evaluación psiquiátrica para el sospechoso de matar a la niña dentro de la casa.
Detención

Mientras los familiares llevaron a la niña a la clínica, los vecinos llamaron a la Policía para que detuviera a Virgilio Alfaro, quien se quedó en la casa como si no sabía lo que había ocurrido.

Virgilio fue llevado, sin oponerse, a la Policía de El Progreso y mientras los agentes efectuaban el proceso para reseñarlo, él por ratos sonreía.

El hombre que no hablaba daba la impresión de que tampoco sabía lo que estaba ocurriendo y obedecía las órdenes que le daban los policías.

Agentes y fiscales de San Pedro Sula trabajaban ayer el caso para interponer el requerimiento fiscal en contra de Virgilio Alfaro. También la misma Fiscalía ordenó que Medicina Forense con un experto en psiquiatría haga la evaluación del sospechoso.

Si el dictamen concluye que el hombre tienen una enfermedad mental puede ser declarado inimputable por un juez.

La familia de la pequeña Ariadna Sucely fue acompañada en su velorio por vecinos anoche.