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Los Peludos, de peones de Los Cachiros a señores del narco en el Atlántico

  • 22 junio 2017 /

La banda se dedicó al narcomenudeo dominando el corredor de Tocoa, Trujillo, Sabá y Olanchito. Durante seis meses fueron investigados por la ATIC.

Tegucigalpa, Honduras.

Fueron la mano derecha de los hermanos Rivera Maradiaga, pero desde la entrega de estos a Estados Unidos dieron el salto y pasaron de peones de Los Cachiros a señores del narco.

No tardó mucho tiempo para que Osmin Edilberto Herrera Jiménez tomara el control del cartel y siguiendo el ejemplo de sus antiguos jefes hiciera del narcomenudeo su negocio.

En poco tiempo prosperaron. Fue tanta la bonanza económica que generaron que a criterios de varios de sus allegados “el dinero los volvió locos” y no escatimaron en darse lujos y hacerse de propiedades y negocios en la zona.

Fue así como llevaron a Tocoa una limusina que era la sensación en el pueblo, un vehículo del cual ni el mismo Servicio de Administración de Rentas (SAR), ha podido determinar dónde fue comprada o cómo fue ingresada al país, revelaron las autoridades.



“Desde que se inició la investigación para determinar quién tomó el control de la droga en Colón se fue identificando que parte de los extrabajadores de Los Cachiros fueron quienes tomaron el control de la plaza. Estuvimos seis meses indagando los bienes que adquirieron y fue así como llegamos a descubrir que algunos con sus nombres, otros con el de sus parientes e incluso con el de testaferros, compraron los bienes con el dinero ilícito” apuntó un investigador de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).

Cómo operaban. Pronto su fama cobró fuerza en la zona. Para algunos hablar de “Los Peludos” era sinónimo de temor, para otros era bonanza, ayuda y empleo. Comenzaron trasegando droga, pero al contrario que sus exjefes no lo hicieron para los carteles internacionales. Investigaciones de los organismos de inteligencia establecen que transportaron droga, pero su fuerte se centró en el narcomenudeo local.

“Eran buena onda”

“Era una banda tranquila, imponía sus reglas, pero solo se metía con aquellos que penetraban en su territorio y si les invadían la plaza no andaban con cuentos para limpiar. Así acababan con aquellos que de la nada querían quebrarles el negocio. Pero de lo contrario puedo decirle que Los Peludos eran buena onda, personas que sí ayudaban” relató un poblador.

El perfil de las autoridades establece que eran duros y sanguinarios con sus rivales, pero pacíficos y colaboradores con vecinos y pobladores. En el trabajo de investigación se determinó que esta estructura en poco tiempo adquirió varios negocios, entre ellos night clubs y discotecas, eran lugares donde las autoridades les seguían los pasos por actividades de trata de menores.

“Buscaron en este tipo de negocios traficar con niñas y mujeres adultas. Se verificó que en ocasiones llevaron a extranjeras para que trabajaran en los night clubs. Llamó la atención que de cierta manera recibieron protección local de autoridades”, informó un investigador. Los Peludos, adquirieron el mote por el uso de cabellera larga, cejas, bigotes y barbas espesas. Esas características fueron esenciales para bautizarlos con ese nombre. Su fama fue tal que hasta hay un corrido dedicado a Peto El Peludo.

Las autoridades informaron que en la operación para neutralizar sus operaciones fueron capturados por tener orden de captura: Osmin Edilberto Herrera Jimenez, identidad 0205-1973-00430, cabecilla de la banda; María Raquel Jiménez Castro, cédula 0209-1940-00103; José Osael Quintero Castro, identidad 1807-1963-01114, y Luis Fernando Herrera Castro, cédula 0205-1972-00138.

Asimismo aparecen en el expediente investigativo Adonis Gabriel Alvarenga Pacheco, Denis Humberto Rodríguez Martínez, quien no aparece inscrito en el Registro Nacional de las Personas. Además, Luz Marina Escobar Matute, quien vive en Taujica y es suegra de Peto Peludo.