18/04/2024
01:53 AM

Aislados están los revoltosos de la cárcel de La Tolva en Morocelí

Destruyeron seis celdas de El Pozo II, el área del comedor, repisas, puertas y llavines.

    Tegucigalpa, Honduras

    Armaron el caos. En minutos, integrantes de la pandilla 18 destrozaron seis celdas, dañaron las puertas y llavines en una acción de protesta que llevó al amotinamiento de los reos del módulo MD6, en la cárcel de La Tolva, Morocelí, El Paraíso.

    El motín se originó porque los presidiarios no asimilan las nuevas medidas, no aceptan los controles y exigen servicios básicos, como mejoras en salud, alimentación, así como visitas frecuentes de sus familiares y acceso a llamadas telefónicas. La revuelta fue grabada.

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    En el video se documenta cómo los pandilleros causaron el caos; y se establecerá cómo obtuvieron herramientas u objetos para causar tal desorden.

    “Se abrió una investigación a través de las cámaras de seguridad, evidencia con la cual se deducirán las responsabilidades a los que provocaron los daños”, informó Digna Aguilar, vocera del Instituto Nacional Penitenciario (INP).

    Este motín fue controlado con el uso de gas lacrimógeno por parte de personal de la Policía Militar de Orden Público y la Policía Nacional.

    La revuelta de los presos en Morocelí dejó destruidas seis celdas, el área del comedor, puertas y llavines.

    Los daños

    Los antisociales golpeaban las paredes, gritaban, agitaban los portones y acabaron con parte de la infraestructura, adonde agarraron las repisas, colchones, bases de concreto que sirven de camas, paredes y puertas.

    La destrucción llegó incluso al área del comedor, adonde las mesas de concreto también fueron destruidas por los pandilleros, según se observan en las imágenes difundidas después de la reyerta.

    Esa fue la forma como los antisociales protestaban para que les cumplan sus exigencias.

    La acción causó que el consejo multidisciplinario del centro penal, así como las autoridades penitenciarias, determinaran aislar a los revoltosos.

    Dos mil reos trasladados
    Son 1,300 presos los que se albergan en Ilama, Santa Bárbara, y el resto se ha distribuido en El Porvenir y Morocelí, El Paraíso, según el INP.

    “Se identificó a los que originaron la revuelta, fueron enviados a celdas de castigo y se determinan acciones en conjunto con el Ministerio Público.

    La comisión nombrada trabaja para determinar las acciones a seguir”, explicó Aguilar.

    Ayer, la Fiscalía de Danlí, en coordinación con la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic), llegó al penal para realizar una inspección. Acompañan el operativo un equipo de investigadores dirigidos técnica y jurídicamente por los fiscales.

    “Desde ayer, fiscales del Ministerio Público e investigadores de la Atic conocen del caso para deducir responsabilidades a los implicados y determinar qué tipo de objetos utilizaron para destruir el recinto”, dijo Ricardo Castro, director de la Atic.

    La acción violenta fue ejecutada por miembros de la mara 18 .

    Reacción

    Para el comisionado de Prevención de la Tortura, Orle Solís, se debe investigar la fragilidad que presentan los centros de máxima seguridad, porque anteriormente, según el funcionario, también El Pozo de Ilama, en Santa Bárbara, registró un hecho similar cuando se dio el traslado de pandilleros del penal de San Pedro Sula.

    “Sin duda que estos muchachos que fueron trasladados van a un lugar donde las condiciones son diferentes, hay restricciones, menos libertad y todas esas son causas por las cuales reaccionan de esta forma.

    Esto pasó en Ilama cuando se trasladaron los internos. Ahora hay que revisar, investigar la fragilidad del centro porque es de máxima seguridad y se supone que hay una infraestructura creada para tal fin, y estas situaciones que suceden deben abordarse y corregirse”, dijo el funcionario.

    Se informó que parte de las acciones que se toman para mejorar la seguridad de los establecimientos está llamar a la empresa responsable de la construcción para la revisión de las medidas de seguridad con las que debió construirse La Tolva.

    El consejo multidisciplinario del centro está integrado por trabajadores sociales, psicólogos, abogados, médicos, representantes de derechos humanos, el director del establecimiento y el inspector del INP, así como otros funcionarios de ese instituto.

    Un equipo de autoridades ya investiga lo sucedido.

    Falta de apoyo

    Para el analista Raúl Pineda Alvarado, el problema de los centros penales, aparte de las instalaciones, radica en la falta de apoyo para que los militares controlen en lo interno de los penales.

    Agregó que “se han tomado acciones positivas, pero se debe ir más allá, porque si no enfrentaremos hechos vergonzosos como la fuga de los 18 de la Penitenciaria Marco Aurelio Soto”.

    El INP, en coordinación con Medicina Forense y el Registro Nacional de las Personas, trabaja en la identificación de los reos que se encuentran en todos los establecimientos penitenciarios del país.

    Trece días tiene de estar habilitada La Tolva, cárcel conocida como El Pozo II, y los reclusos ya protagonizaron la primera reyerta. Las fuerzas de seguridad ya la controlaron