Redacción.
Mintiendo sobre a dónde iba, una traductora del FBI logró viajar a Siria en 2014 y se casó con el miembro de ISIS al que se le había asignado investigar, un caso que ha puesto al descubierto los puntos débiles de la agencia, según una publicación de la cadena de noticias CNN.
Se trata de Daniela Greene, quien contrajo matrimonio con Denis Cuspert, un rapero alemán convertido en reclutador de ISIS, cuya reciente influencia como reclutador en línea de violentos yihadistas lo había puesto en el radar de las autoridades antiterroristas en dos continentes.
Pero luego de unas semanas de haberse casado, Greene se dió cuenta del error que había cometido y huyó de regreso a los Estados Unidos donde fue arrestada.
La funcionaria cooperó con las autoridades y se declaró culpable recibiendo una pena de dos años de prisión federal. Green fue liberada el verano pasado, lo que levantó una ola de críticas contra la institución.
Un exfuncionario del Departamento de Estado, John Kirby, dijo que 'es una vergüenza impresionante para el FBI', ya que se pregunta si los fiscales fueron demasiado blandos con la mujer por la condena reducida que recibió a cambio de su cooperación.
La condena de Greene fue menor que los castigos dados a otros acusados de delitos relacionados con el terrorismo, incluso intentos fallidos de viajar a Siria y unirse a ISIS hicieron recibir sentencias mucho más rígidas.
“Ella arriesgó nuestra seguridad nacional al exponerse a sí misma y su conocimiento sobre asuntos delicados ante esas organizaciones terroristas”, sostuvo el fiscal Gillice, perteneciente a la Sección de Seguridad Nacional de la Fiscalía de Estados Unidos en la ciudad de Washington.
“Su escape de la zona, ilesa, y aparentemente con gran parte de su conocimiento sin revelar parece un golpe de suerte o una medida en la falta de destreza de los terroristas con los que interactuó”, insistió el fiscal.
En octubre de 2015, el Pentágono indicó que Cuspert murió durante un ataque aéreo cerca a la ciudad Raggah, al norte de Siria; pero nueve meses después se descubrió que Cuspert no había muerto.
Tanto Cuspert como Green ahora se encuentran en libertad.
