24/04/2024
12:27 AM

Jonathan, el niño de San Bernardino que vivía con Síndrome de Williams

  • 12 abril 2017 /

El pequeño de 8 años se convirtió en la tercera víctima del ataque, en el que murió también su maestra.

Los Ángeles, Estados Unidos.

Jonathan Martínez, de ocho años, estaba la mañana del lunes junto a su profesora, Karen Smith, cuando el esposo de ella, Cedric Anderson, ingresó al aula para niños con necesidades especiales y sacó un revólver. El hombre hizo diez disparos dirigidos a la maestra, pero también alcanzaron a Jonathan y otro compañero que sobrevivió.

El pequeño Jonathan, de padres mexicanos, había sido sometido a un par de cirugías de corazón porque padecía el Síndrome de Williams, un trastorno genético que causa problemas cardiovasculares. Pero su muerte no ocurrió en una sala de operaciones, sino en el salón de clases de su escuela primaria en San Bernardino, California.

Jonathan Martínez tenía ocho años, padecía el Síndrome de Williams y era hijo de padres mexicanos. Será sepultado en Durango.
Jonathan se convirtió en la tercera víctima mortal del ataque ocurrido en la escuela North Park, donde Anderson, de 53 años, entró para matar a su esposa, también de 53, para luego suicidarse.

Jonathan y su compañero se se encontraban detrás de la maestra cuando Anderson disparó. El otro niño que sobrevivió está fuera de peligro y se recupera.

El jefe de Policía de esta ciudad californiana, Jarrod Burguan, dijo que Anderson y Smith estaban casados desde hacía “pocos meses” y en las últimas semanas se habían separado. Explicó, además, que el asesino tenía antecedentes por violencia de género y delitos por armas de fuego y drogas.

Memoria

“Era el único hijo de su familia”, dijo Dale Marsden, superintendente del Distrito Escolar de la ciudad de San Bernardino. “Jonathan era un niño feliz con el Síndrome de Williams”, expresó.

Marsden señaló que el menor disfrutó su corta vida a pesar de que sufría los padecimientos asociados al Síndrome de Wiliams, que también causa problemas psicológicos, incluida la depresión y discapacidad.

“Contrario a los desórdenes que pueden hacer difícil la vida de un hijo, los niños con el Síndrome de Williams tienden a ser sociales, amigables y resistentes al dolor”, dijo Marsden.

La familia de Jonathan, que pidió privacidad a través de la Policía de San Bernardino, expresó que tras la muerte del niño desean despertar conciencia sobre este trastorno genético, que ha sido diagnosticado a entre 20,000 y 30,000 estadounidenses.

“La familia quiere que, en memoria de Jonathan, se haga conciencia de lo que es el Síndrome de Williams”, agregó Marsden. Las autoridades señalaron que el niño aún tenía signos vitales cuando llegaron a prestarle auxilio tras el tiroteo, pero luego de ser trasladado al Centro Médico de Loma Linda fue declarado muerto.