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Billetera electrónica mueve L6,000 millones

  • 10 abril 2017 /

El envío de dinero a través de celulares representa el 54% de las operaciones del mercado.

San Pedro Sula, Honduras

Más de un millón de hondureños utilizan la “billetera electrónica” en el país y sus operaciones suman 6,000 millones de lempiras.

La cifra casi duplica los 3,500 millones de lempiras registrados en 2014, “lo que demuestra la confianza creciente en el uso del dinero móvil”, destaca la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).

El 54% de las transacciones (3,400 millones) se destinó como envío y retiro de dinero, es decir, “remesas locales” entre ciudades del país.

La empresa europea Millicom, a través de Tigo Money, es pionera y líder en el uso de la billetera electrónica en el país. Este servicio permite realizar transacciones directamente desde el celular, ya sea envíos de dinero o pagos de servicios públicos sin tener que desplazarse a un local y a través de un mensaje. Los beneficiarios son personas que no tienen acceso a servicios financieros o están lejos de los mismos, pero poseen el servicio celular.

Pagos y remesas locales. Si bien las instituciones financieras dominan los depósitos y pagos, es importante el crecimiento de la billetera electrónica.

“En 2016 registrábamos 1.1 millones de usuarios y un promedio de tres millones de transacciones, las que generaron un movimiento de más de 6,000 millones de lempiras”, dice Enrique Castillo, director de la Unidad de Servicios Financieros Móviles de Tigo Money.

El crecimiento, agregó, se debe en gran parte a la alta cobertura y penetración de la telefonía celular y el sencillo procedimiento de consignar su nombre y su número de tarjeta de identidad.

Del total de dinero, 3,400 millones de lempiras fueron remesas locales, de montos promedio por transacción entre los 800 y 1,000 lempiras. El costo promedio de cada transacción se mueve entre un 4% y un 6% sobre el monto que se envía.

El ejecutivo explicó que por regulaciones del sistema financiero, el volumen las transacciones tienen un tope de 20,000 lempiras y un máximo de 100 transacciones al mes.

“La transparencia es clave ya que todas las transacciones que se hacen quedan registradas con un único código, que permite conocer la ruta del dinero desde su origen hasta su destino final”, destaca Castillo.

Mercado rural y canal seco

Castillo señala que entre los usuarios han logrado identificar que los remesadores “son gente joven, de entre 20 y 23 años y mayoritariamente mujeres”. También lo usan los padres de familia con hijos estudiando fuera de sus comunidades de origen y empleadas domésticas. Los movimientos se incrementan en las zonas de alta actividad económica, como las cafetaleras en tiempos de corte y “el 70% de estas transacciones se realizan en el área rural”.

A pesar de que la mayoría de clientes de Tigo Money están en Tegucigalpa y San Pedro Sula, el mayor volumen de dinero enviado y recibidos es en el sector rural.

“Nuestro negocio no está entre Tegucigalpa, San Pedro Sula ni La Ceiba, está en ciudades de Copán a Santa Bárbara, de Danlí a Choluteca, de Ocotepeque a Valle”, reveló Castillo, quien expuso que una de las metas de su empresa para este año es hacer “crecer el negocio en al menos un 30%”, y cerrar con 1.4 millones de miembros activos.

En 2016, un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) distribuyeron, a través de Tigo Money, “17.2 millones de lempiras a unas 2,500 familias pobres de las comunidades de Santiago Puringla, La Paz, Santa Lucía, Concepción y San Andrés, Lempira”.

Para este año se firmó un nuevo acuerdo que permitirán la distribución de 560 millones de lempiras a más de 100,000 familias que residen a lo largo del Corredor Seco de Honduras. Los beneficiarios recibirán 1,700 lempiras al mes, dijo Castillo.

Negocio que crece

El negocio de las billetera electrónica ha venido creciendo a la par del aumento de la penetración de los smartphone y las nuevas redes 4G/LTE, dijo Augusto Dello Strologo, director general Movilway, empresa dedicada a la prestación de servicios de recarga electrónica móvil y servicios de sistemas de pago en Latinoamérica.

“El celular se está convirtiendo en el epicentro cada vez más habitual de las compras y pagos, y de cara al futuro inmediato, será la estrella indiscutible (...). Enviar y recibir dinero, pagar servicios públicos, tomar un pequeño crédito, comprar acciones en la Bolsa y muchas actividades más que antes requerían acercarse al banco, se hacen desde un smartphone”, explicó. Además son una poderosa herramienta para cimentar el acceso financiero en los mercados en desarrollo.