Una alta consejera de la Casa Blanca admitió no tener 'ninguna prueba' de que el presidente Donald Trump haya sido objeto de espionaje por parte de su antecesor, Barack Obama, como denunció el mandatario en la red Twitter.
'Yo no tengo ninguna prueba, pero es por eso que hay una investigación en el Congreso', dijo la controvertida asesora presidencial Kellyanne Conway.
El domingo, la propia Conway se había visto envuelta en una espectacular polémica al afirmar durante una entrevista con el diario USA Today que había 'muchas formas de vigilar' y hasta mencionó la posibilidad de utilización de hornos de microondas para espionaje.
La exjefa de la campaña presidencial de Trump, convertida en asesora presidencial, Kellyanne Conway.
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Ayer, en declaraciones a la red CNN, Conway prefirió un claro paso atrás, alegando que se refería a técnicas generales de espionaje y no a este caso específico, aunque reiteró la admisión sobre la falta de pruebas.
'Yo no creo que haya habido personas que utilizaron hornos de microondas para espiar a la campaña de Trump. Pero no es mi trabajo recolectar evidencias. Para eso están las investigaciones', dijo.
Desde que Trump lanzó el 4 de marzo la explosiva denuncia sobre las escuchas telefónicas en sus oficinas de la Torre Trump en Nueva York durante la campaña electoral, la Casa Blanca se encuentra bajo fuerte presión para que presente evidencias.
El propio portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ya buscó bajar el volumen de la polémica sobre el supuesto espionaje a la campaña de Trump, y el jefe del sistema de inteligencia durante el gobierno de Obama, James Clapper, negó que tal operación haya sido realizada por las agencias bajo su comando.