Chicago, Estados Unidos.
Las nuevas reglas
facilitan a los agentes fronterizos y de inmigración deportar rápidamente a cualquier indocumentado que consigan, con pocas excepciones, principalmente niños.
El gobierno mantendrá la práctica de anteriores administraciones de priorizar la deportación de indocumentados con antecedentes criminales. Pero ahora, los inmigrantes sin antecedentes criminales también estarán explícitamente desprotegidos.
Ante la ofensiva migratoria del presidente Donald Trump para expulsar de manera inmediata a millones de indocumentados de Estados Unidos, la ciudad de Chicago ha tomado las primeras medidas para proteger a su comunidad de inmigrantes.
Así, las escuelas publicas de Chicago han ordenado a todos los directores del tercer distrito de educación más grande de EUA no permitir la entrada a los agentes migratorios en sus instituciones, a menos que tengan una orden de detención.
'Para ser muy claros, nuestro sistema de educación no proveerá apoyo a los oficiales de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para que cumplan la nueva ley', informó la directora de las escuelas públicas de Chicago, Janice Jackson, en un comunicado.
Más de 300,000 estudiantes en el distrito de educación de Chicagon son hispanos, por lo que la preocupación de que los padres de familia indocumentados puedan ser detenidos en las afueras de las escuelas ha aumentado luego de que el Gobierno de Trump oficializara las últimas medidas migratorias.
Jackson también solicitó a los directores de escuelas de su distrito no entregar información sobre cualquier estudiante a los agentes del ICE y crear planes de emergencia en caso de que los menores o sus padres sean detenidos en las instituciones educativas.
El gobierno mantendrá la práctica de anteriores administraciones de priorizar la deportación de indocumentados con antecedentes criminales. Pero ahora, los inmigrantes sin antecedentes criminales también estarán explícitamente desprotegidos.
