Tegucigalpa, Honduras.
Tres días han transcurrido del asesinato de un policía de Tránsito y un guardia de seguridad en un bus interurbano de la ruta Choluteca-Tegucigalpa; pero las investigaciones están avanzando de manera significativa.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, subcomisionado Julián Hernández, manifestó que “ya tenemos conocimiento sobre quiénes estarían detrás (del doble crimen), es una banda criminal que delinque en Tegucigalpa que también se desplaza en ese corredor del sur”, argumentó.
Ante la inseguridad en buses hacia el interior del país, Hernández mencionó que “las empresas de trasporte no tienen sus propios controles, una empresa debería de tener control desde el momento que sale de una terminal, en el registro de las personas, la revisión de las maletas y no parar en cualquier lugar”, recomendó.
“Como Policía Nacional hay instrucciones para que siempre se mantenga presencia en las diferentes terminales de buses hacia el interior”, detalló el portavoz.
Desprotegidos
Pero el problema no termina allí, la mayoría de las empresas de transporte interurbano no cuentan con la tecnología ni el personal idóneo para la inspección de los pasajeros antes de abordar sus unidades y verificar que no porten armas.
Es el caso específico de las compañías que prestan servicio para la zona sur, tienen guardias de seguridad en las terminales, pero no para inspeccionar a los pasajeros, sino para la vigilancia del local de abordaje. Empleados de las unidades de transporte manifiestan que aunque son pocos los asaltos que se dan en esa ruta, siempre es necesaria la vigilancia policial y militar.
Un miembro de la Policía Nacional y un guardia de seguridad perdieron la vida el pasado sábado a manos de criminales, en un intento por frenar un asalto en el interior de un bus rapidito en el que viajaban como pasajeros, en la ruta Tegucigalpa-Choluteca.
Las víctimas fueron reconocidas como Óscar Armando Gutiérrez García (de 58 años), asignado a la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), quien se levantó de su asiento y trató de impedir el asalto. Enseguida, Santos Anselmo Lagos (de 40) que trabajaba como guardia de seguridad en una tienda de la capital, trató de colaborar con el policía, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Tres días han transcurrido del asesinato de un policía de Tránsito y un guardia de seguridad en un bus interurbano de la ruta Choluteca-Tegucigalpa; pero las investigaciones están avanzando de manera significativa.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, subcomisionado Julián Hernández, manifestó que “ya tenemos conocimiento sobre quiénes estarían detrás (del doble crimen), es una banda criminal que delinque en Tegucigalpa que también se desplaza en ese corredor del sur”, argumentó.
Ante la inseguridad en buses hacia el interior del país, Hernández mencionó que “las empresas de trasporte no tienen sus propios controles, una empresa debería de tener control desde el momento que sale de una terminal, en el registro de las personas, la revisión de las maletas y no parar en cualquier lugar”, recomendó.
“Como Policía Nacional hay instrucciones para que siempre se mantenga presencia en las diferentes terminales de buses hacia el interior”, detalló el portavoz.
Desprotegidos
Pero el problema no termina allí, la mayoría de las empresas de transporte interurbano no cuentan con la tecnología ni el personal idóneo para la inspección de los pasajeros antes de abordar sus unidades y verificar que no porten armas.
Es el caso específico de las compañías que prestan servicio para la zona sur, tienen guardias de seguridad en las terminales, pero no para inspeccionar a los pasajeros, sino para la vigilancia del local de abordaje. Empleados de las unidades de transporte manifiestan que aunque son pocos los asaltos que se dan en esa ruta, siempre es necesaria la vigilancia policial y militar.
Un miembro de la Policía Nacional y un guardia de seguridad perdieron la vida el pasado sábado a manos de criminales, en un intento por frenar un asalto en el interior de un bus rapidito en el que viajaban como pasajeros, en la ruta Tegucigalpa-Choluteca.
Las víctimas fueron reconocidas como Óscar Armando Gutiérrez García (de 58 años), asignado a la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), quien se levantó de su asiento y trató de impedir el asalto. Enseguida, Santos Anselmo Lagos (de 40) que trabajaba como guardia de seguridad en una tienda de la capital, trató de colaborar con el policía, pero sus esfuerzos fueron en vano.
