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Tillerson, un Secretario de Estado muy discreto

  • 17 febrero 2017 /

El jefe de la diplomacia estadounidense abre muchos interrogantes al permanecer prácticamente mudo en la cumbre G20

Bonn, Alemania

La reunión del G20 debía servir para que la diplomacia estadounidense aclarase el rumbo de la administración Trump, pero el nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, ha permanecido casi mudo, dejando abiertos muchos interrogantes.

'¿Dónde está Rex Tillerson? El jefe de la diplomacia sigue manteniendo un perfil bajo', afirma el diario New York Times. 'Tillerson sigue guardando silencio sobre la política exterior estadounidense', afirmaba por su parte el alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).

Extremadamente discreto en Washington desde que llegó al Departamento de Estado a finales de febrero, Tillerson deja a la Casa Blanca dictar el tono sobre los asuntos internacionales, y el que fuera presidente de ExxonMobil no ha modificado su estilo en Bonn en los últimos dos días.

En su viaje a Europa, solo ha aceptado que lo acompañen desde Estados Unidos unos pocos periodistas y prácticamente no les ha dirigido la palabra, en línea con su conducta en casa, donde hasta ahora solo ha hecho un breve discurso para su equipo de trabajo y no ha ofrecido ninguna rueda de prensa.

El contraste con la locuacidad de su predecesor demócrata John Kerry es palpable.

Esquivo con los periodistas

Pese a haber encadenado los encuentros con sus homólogos de las principales potencias mundiales casi en modo 'speed dating', Tillerson no ha dicho prácticamente nada en público, dejando a sus interlocutores explicar lo ocurrido en las entrevistas.

Foto: La Prensa

También ha rechazado responder a los periodistas que lo interrogaban en sus numerosas idas y venidas, pareciendo incluso divertido por ese juego del gato y el ratón.

A la pregunta del ministro de Exteriores británico Boris Johnson sobre si estaban siendo grabados por unos periodistas que se encontraban junto a ellos, Tillerson respondió: 'Nunca se rinden'.

Tillerson, que llegó al G20 respaldado por un diplomático de carrera que ya tenía un puesto relevante en la anterior administración, se ha contentado con publicar dos comunicados sobre Corea del Norte y China.

En dos días solo se ha presentado ante las cámaras para leer una breve declaración sobre un tema: las relaciones con Rusia.

En ella, Tillerson ofrecía cooperación a Moscú, pero solo si 'sirve' a los intereses estadounidenses y llamaba al Kremlin a hacer respetar los acuerdos de paz en Ucrania.

Este ingeniero tejano de 64 años, 'amateur' en política y en diplomacia, tiene fama de hombre fuerte y hecho a sí mismo.

También es considerado cercano a Moscú: en 2012 recibió de manos de Vladimir Putin la orden rusa de la Amistad y se pronunció contra las sanciones a Rusia cuando trabajaba para ExxonMobil en 2014.