El presidente número 45 de EUA llegó se instaló este viernes en la Casa Blanca.
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Aun siendo un niño, Trump causaba problemas. Aunque él estudió la primaria y secundaria en Queens, Nueva York, sus padres lo internaron en la Academia Militar de Nueva York luego de que se metiera en problemas.
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Trump jamás bebe alcohol, y aunque sea todo un mujeriego (según su fama y algunos medios norteamericanos), se abstiene completamente de beber cualquier tipo de bebida alcohólica, todo el tiempo.
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Trump es dueño de un palacio en Palm Beach con 18 recámaras y con vista al mar. A esta construcción la llamó Trump Palace, y aunque no es impresionante que alguien como él posea dicha construcción, lo que causa conmoción es que ésta es una de las más caras en todo Estados Unidos.
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Trump solía ser dueño del New Jersey Generals de la liga de futbol de EUA, trató de convencer al reconocido entrenador, Don Shula, de los Miami Dolphins de unirse a su equipo. Sin embargo, la condición para aceptar era que Donald le regalase un condominio, a lo cual éste se opuso rotundamente y el trato se fue abajo.
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Donald fue honrado en el Paseo de la Fama de Hollywood con la estrella 2 mil 327 desde el 2007, gracias a su show, The Apprentice.
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El empresario estuvo en el show de televisión, The Apprentice, y por cada emisión de dicho programa se le pagaba la cuantiosa cantidad de 375 mil dólares.
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Trump ganó un Razzie Award en la categoría a Peor Actor de Reparto por su aparición en forma de cameo de sí mismo en la película de 1990, Ghosts Can't Do It.
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Durante una visita al programa Late Night With Conan O'Brien, Donald comentó que él jamás ha usado un cajero automático, dando a entender que en sus bolsillos siempre trae efectivo.
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En una historia para la revista Time, Trump dijo que mientras estaba en la universidad, disfrutaba leer los listados federales de hipotecas, haciéndolo simplemente por diversión.
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No siempre habló mal de México. En 2007, tanto él como su familia se dedicaron a destacar las bondades de Playas de Tijuana, una zona residencial en Baja California cercana a la frontera de Estados Unidos, pues buscaba desarrollar el Trump Ocean Resort Baja, un exclusivo complejo residencial con 526 apartamentos cuyo costo oscilaba entre los 300 mil y tres millones de dólares.