Tegucigalpa, Honduras.
“Te veo en la noche, papá” fueron las palabras colmadas de cariño que la joven Andrea Sara Inés Barahona Zúniga le pronunció a su padre, en la que sería su última despedida.
Para desdicha de su progenitor y de toda su familia, Andrea fue encontrada muerta la noche del miércoles a la orilla de una de las calles de la colonia El Pastel, de Comayagüela.
A sus 21 años era una mujer luchadora y apegada a su trabajo, según relató su padre, quien prefirió no mencionar su nombre y quedar en el anonimato.
“Ella salió muy temprano de la casa, vendía controles remotos para electrodomésticos, cargadores para celular y otros productos en la zona de Casa Alianza”, comentó.
A las 12:50 pm del miércoles fue la última vez que la vieron caminar por las calles atestadas de vendedores del barrio Abajo.
Al parecer, la mujer fue abordada por un cliente que pasaba en un carro por la popular zona comercial de la capital, este la invitó a subir al carro y la mujer accedió a la petición.
Desde ese momento, ni sus amigos vendedores ni su familia volvieron a ver a la hoy occisa.
Horas después, la Policía recibió la alerta en el 911 de la presencia del cadáver de una mujer dentro de un saco rojo, en la referida colonia. Se levantó el cadáver; horas después en Medicina Forense se supo que el cuerpo era el de Andrea Sara Inés.
Era ella el bastión principal de su padre en las ventas que hacían para el sustento de la familia.
Trabajaba de día, y de noche asistía a sus clases en el Instituto Técnico Luis Bográn, de donde egresaría de bachillerato el próximo año.
“Te veo en la noche, papá” fueron las palabras colmadas de cariño que la joven Andrea Sara Inés Barahona Zúniga le pronunció a su padre, en la que sería su última despedida.
Para desdicha de su progenitor y de toda su familia, Andrea fue encontrada muerta la noche del miércoles a la orilla de una de las calles de la colonia El Pastel, de Comayagüela.
A sus 21 años era una mujer luchadora y apegada a su trabajo, según relató su padre, quien prefirió no mencionar su nombre y quedar en el anonimato.
“Ella salió muy temprano de la casa, vendía controles remotos para electrodomésticos, cargadores para celular y otros productos en la zona de Casa Alianza”, comentó.
A las 12:50 pm del miércoles fue la última vez que la vieron caminar por las calles atestadas de vendedores del barrio Abajo.
 Inconsolables se mostraron sus familiares frente a Medicina Forense.
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Desde ese momento, ni sus amigos vendedores ni su familia volvieron a ver a la hoy occisa.
Horas después, la Policía recibió la alerta en el 911 de la presencia del cadáver de una mujer dentro de un saco rojo, en la referida colonia. Se levantó el cadáver; horas después en Medicina Forense se supo que el cuerpo era el de Andrea Sara Inés.
Era ella el bastión principal de su padre en las ventas que hacían para el sustento de la familia.
Trabajaba de día, y de noche asistía a sus clases en el Instituto Técnico Luis Bográn, de donde egresaría de bachillerato el próximo año.
