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Oumoh, la niña que llegó sola a las costas de Italia

  • 26 noviembre 2016 /

Los servicios diplomáticos se han movilizado entre Roma y Túnez para reunir a la madre y la niña.

Roma, Italia.

Su madre la hizo partir de Costa de Marfil para que no sufriera la ablación. Con solo cuatro años, Oumoh llegó sola a Italia en una embarcación de migrantes. Ahora gracias a una extraña coincidencia, ambas volverán a reunirse.

“Llegó el 5 de noviembre a Lampedusa”, contó la inspectora de policía María Volpe, jefa del servicio de menores de la prefectura de Agrigente (Sicilia), la jurisdicción de la que depende esta isla.

Oumoh viajaba a bordo de una embarcación con una quincena de otras personas, la mayoría mujeres y niños, pero ninguno de los pasajeros parecía conocerla. Entonces intervino “Mamma Maria”, como es conocida María Volpe. La funcionaria viajó a Lampedusa para buscar a la niña y el 9 de noviembre la dejó a cargo de un hogar de menores en Palermo.

La situación de Oumoh cambió por una situación fortuita. A la isla de Lampedusa llegó Nassade, una niña maliense de ocho años. Había sido socorrida frente a las costas de Libia y había desembarcado junto a su madre y su hermano de semanas de nacida. Mrilena Cefala, jefa del centro de acogimiento en Lampedusa, le prestó su teléfono a Nassade para que mirara fotos mientras ella entrevistaba a su madre.

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inmigrantes rescató esta semana frente a las costas de Libia la fragata española Navarra, que forma parte de la Operación Sophia.

“¡Oumoh!¡Oumoh !”, gritó Nassade, que había se había conocido a la niña en un centro de acogida en Túnez. Con la información que dio Nassade sobre la madre de Oumoh, Cefala hizo una búsqueda en Facebook que le permitió encontrar en Francia a un familiar de la niña perdida. Ese pariente les dio el número de teléfono de la progenitora, que sigue en Túnez.

La historia. Entre lágrimas, la madre de Oumoh cuenta que quiso alejar a la niña de su esposo que quería someterla a una mutilación genital. La llevó a Túnez y la dejó al cuidado de una amiga, mientras volvía a su país a “buscar algunas cosas”. La cuidadora tuvo la oportunidad de embarcarse hacia Italia y, pese a que llevó a Oumoh con ella, una vez llegó a Lampedusa la dejó a su suerte.

“La madre lloró de alegría cuando le dije que su hija estaba viva”, dijo Volpe.

“Cuando veo los ojos de estos niños, tan pequeños, esto llega a lo más profundo del corazón. Se apegan rápidamente a uno, uno se convierte en su referente. Es un honor poder hacer este trabajo, con amor y humanidad”, comentó “Mamma María”.