TEGUCIGALPA. Un empresario chileno muerto y su empleado herido fue el saldo que dejó un intento de robo en el kilómetro 5 de la carretera que conduce a Olancho.
A la víctima mortal la identificaron como Patricio Jorge Ghattas Humud (55 años), quien era originario de Chile y tenía su residencia hondureña desde febrero de 2009.
En el acto criminal resultó herido el empleado que acompañaba al propietario de una fábrica de churros en la capital, al momento en que dos sujetos en motocicleta los interceptaron e intentaron despojarlos de sus pertenencias.
Testigos oculares de los hechos relataron que los delincuentes esperaban en una motocicleta en la carretera que conduce a la aldea Yaguacire y al ver el busito distribuidor de churros les apuntaron con las pistolas y los obligaron a detener la marcha. “Cuando bajaron al muchacho, el conductor arrancó para atrás (retrocedió) y uno (de los delincuentes) le disparó”, relató un poblador de la zona.
Con una herida de bala en la parte trasera de la oreja, el empresario retrocedió y recorrió varios metros, cruzó la carretera y cayó a una hondonada, por lo que el microbús, con placas PAJ 4646, volcó y quedó en un árbol. “Los hombres le dispararon al otro muchacho y le registraron las bolsas, estuvieron como dos minutos y se fueron”, recordó mientras observaba a las autoridades realizando el levantamiento del cadáver del extranjero.
Según personal de Medicina Forense, el empresario recibió un solo disparo, pero fue mortal, al grado de causarle la muerte de forma casi inmediata. Para rescatar el cadáver de Ghattas fue necesario usar una grúa, ya que su cuerpo quedó remachado entre el suelo y el vehículo.
En quiebra. Al lugar de los hechos se presentaron familiares y amigos del empresario, quienes lamentaron el crimen del empresario que intentaba darle vida nuevamente a su empresa al trabajar en ella él mismo, ya que no contaba con muchos empleados luego de haber cerrado al quedar en quiebra.
“La necesidad de salir adelante con su empresa lo obligó a trabajar repartiendo el producto, no tenía más empleado que el muchacho que lo acompañaba”, comentó uno de sus amigos.
Sin revelar el tiempo que estuvo sin funcionamiento, el doliente relató que con apoyo de su familia y cercanos a la misma “arrancó y había decidido revivir su empresa y trabajar personalmente hasta poder contratar empleados para que realizaran las entregas del producto”, sostuvo.
Los familiares del empresario expresaron que sus restos mortales serían sepultados en Honduras porque “él había establecido su residencia aquí, acá está su madre y el resto de su familia, confió.
