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Recuerdan a Orlin como un niño cariñoso y bueno para dibujar

  • 21 noviembre 2016 /

El pequeño desapareció el sábado y fue encontrado sin vida en unos matorrales cerca de su casa.

Tegucigalpa, Honduras.

El pequeño Orlin Juvenal Rodas Acosta (de 8 años) no podrá cumplir su sueño de ser médico, un despiadado le apagó esa ilusión, ya que le arrebató la vida que apenas comenzaba.

El niño desapareció el pasado sábado luego que le dijera a su madre que no la acompañaría al trabajo y se quedaría jugando en la casa de una amiga. Para desgracia de su familia, el cuerpo fue hallado al día siguiente.

El menor cursaba el segundo grado en la escuela Santa Teresa, de la colonia Nueva Capital, en Comayagüela. Para cumplir su anhelado sueño de ser médico, Orlin recorría a diario 15 cuadras, desde su casa hasta su centro de estudio. En la escuela lo recuerdan como un niño inteligente, cariñoso, obediente, respetuoso, dinámico y muy bueno para el dibujo y las matemáticas, su clase preferida, según comentó su maestra Elisa Pacheco, quien no podía contener las lágrimas mientras observaba la silla donde se sentaba el pequeño.

Entre oraciones y cánticos religiosos, los compañeros de escuela despidieron a Orlin y trataban de asimilar el dolor de su partida física, pero no espiritual. La clase de ayer no fue la misma, pues la silla del pequeño Orlin estaba vacía.

Foto: La Prensa

A Orlin Rodas le gustaba dibujar y era un excelente alumno de la escuela Santa Teresa.
Luego de hacer una pequeña oración, en unísono los compañeritos del pequeño le gritaron hasta el cielo: “¡Te queremos, Orlin!”. Las lágrimas de las maestras y madres de familia no tardaron en rodar por sus mejillas.

“Él decía que de grande quería ser doctor para curar a los enfermos y que trabajaría para ayudar a sus padres y hermanitos”, recordó la profesora. Él era bien especial, este ha sido un dolor muy grande para todos, es bien difícil, agregó.

Desaparece

“Cuando ellos no tenían clases me los llevaba a trabajar y el sábado me dijo: ‘mami, no voy a ir a trabajar, me voy a quedar jugando con mi amiga’.

No sé cómo pasó esto, por qué me le hicieron esto a mi niño, no entiendo”, comentó la adolorida madre.

Dijo que la búsqueda del menor comenzó en horas de la tarde y se extendió hasta la noche del sábado sin tener éxito, y las reanudaron el domingo encontrando el cuerpo entre unos matorrales, a unas cuadras de su casa. Familiares del niño expresaron que el menor presentaba varias heridas en su cuerpo, “tenía un golpe por la oreja, como si lo golpearon con una piedra, y en el costado tenía otra herida”. Los vecinos afirmaron que si encuentran al responsable del crimen harán justicia por su propia mano.