Tegucigalpa, Honduras.
El presunto jefe del cartel del Atlántico Wilter Neptaly Blanco Ruiz ordenó sobornar al jefe de la Policía de Tocoa, Colón, en un intento desesperado por recuperar un morral con varias de sus pertenencias, el cual dejó abandonado en su huida del equipo de búsqueda que le pisaba los talones.
En relación con un informe confidencial de la Inspectoría General al que tuvo acceso LA PRENSA, Blanco Ruiz fue ayudado por un agente de Tránsito y un enfermero auxiliar de la Policía para poder evadir su inminente captura el pasado 13 de septiembre en un sector de Tocoa, departamento de Colón.
En su espectacular escape, el varón de la droga se internó con sus secuaces en un predio con cultivos de palma africana en el sector de Los Olivos, cerca de una casa en construcción, pero sus vehículos se quedaron varados.
El centro de monitoreo de escuchas reportó que Wilter había realizado varias llamadas desesperadas para que le mandaran un carro y estaba sumamente asustado porque se le había disparado la presión arterial.
Antes de eso, el fugitivo había logrado pasar un retén policial en la posta de Planes y posteriormente se refugió en una clínica de la zona, la cual era administrada por un enfermero auxiliar de la Policía.
El presunto jefe del cartel del Atlántico Wilter Neptaly Blanco Ruiz ordenó sobornar al jefe de la Policía de Tocoa, Colón, en un intento desesperado por recuperar un morral con varias de sus pertenencias, el cual dejó abandonado en su huida del equipo de búsqueda que le pisaba los talones.
En relación con un informe confidencial de la Inspectoría General al que tuvo acceso LA PRENSA, Blanco Ruiz fue ayudado por un agente de Tránsito y un enfermero auxiliar de la Policía para poder evadir su inminente captura el pasado 13 de septiembre en un sector de Tocoa, departamento de Colón.
10
Agentes TIGRES
Participaron en el operativo policial en el que se pretendió capturar a Wilter Blanco. Un informe oficial exonera a los agentes de su escape.
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El centro de monitoreo de escuchas reportó que Wilter había realizado varias llamadas desesperadas para que le mandaran un carro y estaba sumamente asustado porque se le había disparado la presión arterial.
Antes de eso, el fugitivo había logrado pasar un retén policial en la posta de Planes y posteriormente se refugió en una clínica de la zona, la cual era administrada por un enfermero auxiliar de la Policía.
Estando ahí y antes que cayeran los Tigres, mandó traer otro vehículo y ordenó a sus compinches encontrarse en el estadio de Tocoa, para luego dirigirse a una calle de tierra en los Olivos, adonde hay varias plantaciones de palma africana y algunas viviendas.
Alertados por el centro de escuchas, un equipo de cuatro agentes Tigres y un oficial de la Dipol se desplazaron al sitio, ahí encontraron tres vehículos y varios civiles que trataban de remolcar uno de los autos que se había quedado atascado. Se les pidió sus identificaciones y luego de cotejar sus datos los dejaron libres por no tener antecedentes criminales.
142
Bienes y cuentas
Le incautaron entre 2014 y 2015, entre ellas, 58 residencias, 28 vehículos, cuatro barcos e igual número de sociedades y 48 cuentas bancarias.
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Uno de los oficiales que participó en el operativo relató que más adelante detectaron un Toyota blanco y luego de hacer una inspección observaron un morral negro al pie de un poste de un cerco perimetral de púas.
En ese instante, el centro de monitoreo de llamadas volvió a avisar a los Tigres que el objetivo se desplazaba en un taxi y de inmediato se movilizaron para capturarlo; sin embargo, Wilter logró saltar e internarse en el monte antes que estos llegaran.
Mientras escapaba, Blanco volvió a llamar a sus secuaces y les pidió que recuperaran el bolso que había dejado abandonado a cualquier costo e incluso les ordenó sobornar al jefe de la policía de Tocoa para que le ayudara a recuperarlo.
Los Tigres regresaron al lugar donde había quedado el bolso y procedieron a verificar su contenido en presencia de algunos agentes y los escuchas. “Sacamos todo y en efecto habían documentos pertenecientes a Wilter Blanco, unos falsos y otros originales”.
El oficial hizo la observación de que las fotos que ellos tenían para reconocer a Wilter Blanco el día de su captura no se parecían en nada con las encontradas en el morral. “En la fotografía que yo bajé de internet se muestra una cara redonda y en la fotografía encontrada en el morral se nota una cara larga y delgada”, precisó.
El informe deja constancia que el morral fue entregado, junto con una acta de recepción a un oficial identificado con las iniciales ROM asignado a San Pedro Sula, y este a su vez se lo entregó a un alto oficial de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol).
De acuerdo con otro informe de inteligencia, el jefe del cartel intentó, posteriormente, recuperar el morral y para ello estableció contacto con diferentes operadores de justicia.
Los investigadores detallan que el bolso con las pertenencias personales del presunto narcotraficante está bajo la guardia y custodia de un subcomisionado de la Dirección de Inteligencia del cuartel general de la Policía.