Mientras el mundo habla de Trump, en favor y en contra; en Brasil solo se habla de una cosa: la nueva “Miss Bumbum”.
El culto de los brasileños por los traseros quedó una vez más plasmado en la edición de este año del popular concurso de belleza, en el que candidatas de los 27 estados del país disputaron el título a la “mejor cola” y se dejó de nuevo abierta la siempre polémica discusión sobre la “mujer-objeto”.
La sexta edición del “Miss Bumbum” (Miss Pompis) dejó como ganadora en la madrugada de este jueves a Érika Canela, una modelo que representó al estado de Bahía y quien ya fue electa como la “Musa” del club de fútbol Corinthians y reina de una de las escuelas paulistas de samba.
Participantes del concurso de Miss Bumbum, desfila durante el evento celebrado en Sao Paulo, Brasil, hoy, 9 de noviembre de 2016. EFE
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El creador del concurso, Cacau Oliver, defendió la escena con el argumento de que religión y mujer son asuntos que interesan a los brasileños frente al mestizaje de raza y credo con el que fue forjado el país suramericano.
“No estamos ofendiendo a la iglesia, esto es sólo una escenificación” declaró Oliver.
Brasil, por más que desde sus instituciones ha querido desmitificar su rótulo de ser ante los ojos del mundo únicamente el país del fútbol y la samba, con playas en las que mujeres de todas las razas exhiben en diminutos biquinis todos sus atributos, no ha podido escapar a ese estigma. EFE
MC Sexy, ganadora del tercer lugar como participante del concurso de Miss Bumbum, desfila durante el evento celebrado en Sao Paulo, Brasil.
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