Texas, Estados Unidos.
El doctor Darrell Cass, codirector del Texas Children's Fetal CenterCass, explicó que este tipo de tumor crece por la succión del fluido sanguíneo del bebé; como el bebé también está tratando de crecer, 'se convierte en una competencia'.
'Este es el tumor más común que vemos en un recién nacido y uno de los más raros', dijo Cass. 'En algunos casos, el tumor gana y el corazón no puede seguir el ritmo y entra en insuficiencia y el bebé muere', agregó el pediátra.
Los desesperados padres comenzaron a buscar opciones para salvar la vida de su bebé. El doctor Cass y su equipo les propusieron la cirugía fetal.
Cass y su equipo la operaron durante cerca de cinco horas. Los doctores abrieron el útero y sacaron a la bebé para extirparle el turmo, 'es un procedimiento complejo, todo el líquido amniótico se cae, en realidad es bastante dramático', explicó el médico.
El equipo quirúrgico eliminó la mayor parte del tumor. Cuando terminaron su operación, los cirujanos colocaron Lynlee al interior de la matriz y cosieron el útero de su madre.
'Es una especie de milagro poder abrir el útero de esa manera y sellar todo de nuevo y que funcione', dijo Cass.
Boemer estuvo en reposo el resto de su embarazo. A pesar de su dolor, llevó el embarazo hasta las casi 36 semanas cuando Lynlee Hope nació por segunda vez por cesárea el 6 de junio. La bebé fue intervenida nuevamente para eliminar el resto del tumor. A los 8 días fue dada de alta.
'Es una especie de milagro', reconoció la madre.
Cuando Margaret Boemer descubrió que su hija tenía una rara enfermedad a las 16 semanas de gestación, jamás imaginó que su bebé tendría que 'nacer dos veces' para salvar su vida.
Boemer, una mujer estadounidense residente en Plano Texas, y madre de tres hijos, incluyendo la pequeña Lynlee, recibió una de las peores noticias durante su último embarazo. Los médicos le explicaron que su bebé tenía un teratoma sacrococcígeo, un tumor que se desarrolla antes del nacimiento y crece en el coxis del feto.
La afligida madre, que originalmente estaba embarazada de gemelos, pero perdió uno de los bebés antes de su segundo trimestre, estaba en shock.
Los médicos del Hospital Infantil de Texas le explicaron que algunos de estos tumores pueden ser bien tolerados, por lo que el feto puede nacer con él y removerlo una vez que nazca. Sin embargo, aproximadamente en la mitad de los casos causan problemas para el feto y por lo general son problemas de flujo de la sangre.
 La bebé Hope junto a sus hermanas y su madre. Foto Paul Vincent Kuntz.
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El doctor Darrell Cass, codirector del Texas Children's Fetal CenterCass, explicó que este tipo de tumor crece por la succión del fluido sanguíneo del bebé; como el bebé también está tratando de crecer, 'se convierte en una competencia'.
'Este es el tumor más común que vemos en un recién nacido y uno de los más raros', dijo Cass. 'En algunos casos, el tumor gana y el corazón no puede seguir el ritmo y entra en insuficiencia y el bebé muere', agregó el pediátra.
Los desesperados padres comenzaron a buscar opciones para salvar la vida de su bebé. El doctor Cass y su equipo les propusieron la cirugía fetal.
Margaret tenía 23 semanas y 5 días de embarazo, cuando se sometió a la operación propuesta por Cass. Para ese momento, el tumor era casi más grande que el feto, recopila la cadena CNN.
El equipo quirúrgico eliminó la mayor parte del tumor. Cuando terminaron su operación, los cirujanos colocaron Lynlee al interior de la matriz y cosieron el útero de su madre.
'Es una especie de milagro poder abrir el útero de esa manera y sellar todo de nuevo y que funcione', dijo Cass.
Boemer estuvo en reposo el resto de su embarazo. A pesar de su dolor, llevó el embarazo hasta las casi 36 semanas cuando Lynlee Hope nació por segunda vez por cesárea el 6 de junio. La bebé fue intervenida nuevamente para eliminar el resto del tumor. A los 8 días fue dada de alta.
'Es una especie de milagro', reconoció la madre.
