Hasta hace más de dos años, Marvin Otilio Cruz (29) era un dinámico joven que recorría las calles de este municipio en una mototaxi en la que transportaba a sus clientes con amabilidad y respeto.
Por razones desconocidas, Cruz comenzó a tener fuertes dolores de cabeza y según el relato de sus familiares, hubo momentos en los que se tornó agresivo con su padre, por lo que tuvieron que llevarlo al hospital psiquiátrico Mario Mendoza, en donde estuvo internado durante 22 días.
Hace unos cuatro meses, la familia se vio obligada a atarlo con una gruesa cadena y un candado, en una pequeña choza que construyeron en el patio de la vivienda, y desde entonces permanece en condiciones infrahumanas, pues debe soportar las inclemencias del clima y dormir sobre pedazos de colchón maloliente.
Su madre, Rosinda Ardón, relata entre sollozos que su hijo siempre fue un joven ejemplar, que nunca tuvo vicios y era muy respetuoso con sus vecinos. “Es triste ver a mi hijo en esas condiciones y mi temor es que su situación empeore cada día más”.
Ardón explica que ha dejado de tomar los medicamentos que le recetaron en el Mario Mendoza porque se le terminaron y no tienen el dinero para comprarlos. Tampoco cuentan con los fondos para trasladarlo a Tegucigalpa para una revisión psiquiátrica.
Sus pensamientos
Pese a que sus conversaciones no tienen un orden lógico, Marvin accedió a entablar una conversación con el equipo de LA PRENSA.
Al consultarle su edad, dijo que tiene un año y que lo que más le gusta es jugar con carritos. Entre los personajes que más menciona figura pingüino y chita la mona, a quienes describe como sus padres. “Con mi madre me voy hasta arrastrado, pero mi padre no me gusta porque mucho pega”, expresa.
Relata que tuvo una novia con quien llevaba una bonita relación y a la que amaba mucho, pero un buen día se “descarriló”. “Ella decía que nos iríamos a vivir a Urraco Pueblo y yo la quise mucho, pero no sé que le pasó que se me descarriló”. Marvin también expresó que le gustaría ir al médico. Su padre Otilio Cruz, atribuye la situación de su hijo a un despecho amoroso.
“No entendemos que sucedió con Marvin, él siempre fue un hijo bien portado y trabajador”.
Ardón informó que durante la última semana, la salud de Marvin se ha deteriorado a tal grado de llevar tres días sin probar alimento.
Los vecinos de la aldea Jocomico lamentan la situación en que se encuentra el joven y esperan que se le brinde ayuda para que pueda volver a ser el joven alegre y colaborador que siempre fue en la comunidad.
Apoyo
LA PRENSA contactó vía telefónica al doctor Aarón Rodríguez, director del hospital psiquiátrico Mario Mendoza, quien al conocer la situación de Cruz se puso a la disposición para brindarle la atención necesaria.
Asimismo, Delvin Leonardo Salgado, alcalde de El Negrito, ofreció su apoyo para el traslado del paciente hacia Tegucigalpa y mañana será remitido para su debida atención.
Rodríguez explica que los casos como el de Cruz son comunes en nuestro país, debido a que hace falta fortalecer las políticas de salud mental e involucrar a los familiares de los pacientes y la comunidad para que haya un entorno adecuado para la recuperación de los enfermos.
“Nosotros somos una institución que busca estabilizar al paciente, pero las condiciones empiezan cuando la persona egresa y no se le brinda un soporte a la familia”.
Explica que el medicamento solo es una parte del tratamiento, “también están las acciones a tomar, independientemente sean pacientes crónicos o no”.
El profesional lamenta que muchos pacientes psiquiátricos son abandonados incluso por sus mismos familiares.
“A veces los parientes no buscan información, solo abandonan al paciente y eso es algo en lo que es necesario trabajar”.
Otro aspecto que menciona Rodríguez es el estigma que existe en relación a la salud mental.
“Esto sigue siendo un factor que obstaculiza para que los pacientes reciban una atención adecuada, porque todavía se les sigue viendo como el loco del pueblo y este es un peyorativo que de una u otra manera influye para que el paciente y la familia puedan tener algún tipo de estigmatización”.
Rodríguez menciona que entre las principales causas de la recaída de los pacientes psiquiátricos figuran la condición clínica como tal, la falta de un reajuste a la dosis de los medicamentos o el desapego hacia los mismos, “porque muchas veces el paciente deja de tomarlos porque se siente bien, aunque sea algo momentáneo”.
