“Tenemos dos semanas de no tener agua, somos cerca de 300 familias las afectadas”, expresó María Luisa Ulises, habitante de la colonia Sitramedhys de El Progreso.
Ella junto a otros abonados del Servicio Autónomo Nacional e Acueductos y Alcantarillado (Sanaa) se presentaron ayer a esas oficinas para exigir a sus encargados les solventen el problema que les afecta desde antes de la Semana Santa.
El problema se presentó cuando el equipo de bombeo presentó una falla que dejó al sistema que suple del líquido a cerca de 300 viviendas sin funcionar, poniendo de correr a los habitantes para conseguir agua por lo menos para los quehaceres del hogar.
Óscar Paguada, gerente noroccidental del Sanaa, dijo que por el feriado de la Semana Mayor no habían podido terminar los trabajos de reparación e instalación del nuevo equipo de bombeo en ese lugar.
“Para este martes esperamos solventar la situación que tienen desesperados a nuestros abonados”, expresó. Para paliar en parte la escasez, el Sanaa ha recurrido al Cuerpo de Bomberos para que le ayude con una cisterna a la distribución del líquido, pero este resulta insuficiente ante la demanda de los vecinos.
Hugo Ruiz, abonado, dijo que la falta de ese recurso lo ha obligado a pagar hasta 100 lempiras a carros particulares para que les llenen las pilas. “Esperamos que luego de la reunión sostenida con Paguada esto quede resuelto, ya no aguantamos más estar sin agua”.
Óscar Paguada agregó que si el verano se extiende se verán obligados ha programar racionamientos en el resto del municipio.
“Nuestro mayor afluente de captación es el río Pelo y este está casi seco, eso es delicado porque allí se encuentra la represa y planta de tratamiento que nos da el abastecimiento para los más de 13,000 abonados”.
