Léster García tiene 14 meses de nacido, pero su apariencia es la de un bebé de siete meses, la diferencia se debe a que sufre desnutrición.
El pequeño llegó hace siete meses a Nutre Hogar pesando siete libras, su apariencia conmovió a las enfermeras porque debido a su mala alimentación no tenía fuerza ni para abrir sus pequeños ojos.
El caso de Léster es similar al muchos niños de Honduras. La última encuesta de demografía y salud arroja que el 23% de los niños menores de cinco años adolecen de retardo en el crecimiento. Para el 6% de los niños con desnutrición crónica, el retardo en el crecimiento es severo. El 7% de los niños menores de cinco años tiene un peso deficiente para su edad.
La madre de Léster fue víctima de violación especial a los 15 años, quedando embarazada.
Por el trauma psicológico, la madre de Léster se recupera en la fundación La Pequeña Rosa, pero para que tenga un afecto hacia su hijo es llevada constantemente a Nutre Hogar, porque mediante terapias le hacen ver que el niño no tiene la culpa de todo el daño al que fue sometida.
La recuperación del bebé ha sido muy difícil porque en los primeros días no digería el alimento, pero por los tratamientos neurológicos ha podido avanzar.
Al igual que Léster, en Nutre Hogar se recuperan 39 niños que sufren desnutrición, y esto se hace con amor y devoción.
Aunque en infraestructura y logística tienen capacidad para cien infantes, falta recurso económico para tratar a más niños.
Los niños deben tener de 0 a cinco años para ingresar a Nutre Hogar; sin embargo, han recibido niños que a pesar de tener más de seis años son tratados por casos severos de desnutrición.
Donación
Esta semana la empresa Jaremar dio su colaboración a Nutre Hogar entregando medio millón de lempiras, lo cual fue muy bien recibido por los encargados del centro. Sonia Mejía, representante de Jaremar, dijo que dentro de sus estrategias como responsabilidad social apoyan a Nutre Hogar con este donativo, más el compromiso de cinco mil lempiras mensuales en productos.
Los niños llegan a la fundación remitidos por hospitales públicos, centros de salud, trabajadoras sociales y padres que la recomiendan.
Monseñor Rómulo Emiliani dijo que el drama de la desnutrición en Honduras es impresionante, por lo que recibir ayuda como el de la empresa Jaremar es de mucha urgencia para los niños necesitados. “En Nutre Hogar tenemos dietas balanceadas para los niños, cada niñera es muy responsable en los cuidados de nuestros niños, por lo que necesitamos mucho más apoyo”.
En la fundación también hacen falta voluntarios, leche, pañales, ropa, medicamentos, juguetes y alimentos de la canasta básica.
De forma mensual en Nutre Hogar se pagan alrededor de 200 mil lempiras, más otros gastos por emergencias.
En la región norte, la fundación es única en sus atenciones, por lo que tienen niños de varios departamentos como Yoro, Santa Bárbara, Lempira, Copán, Comayagua, entre otros.
