Espera su turno sentada en una dura banca del centro de salud Carlos B. Gonzales de El Progreso. Sus ojos denotan ansiedad para que un médico le atienda a sus hijos de dos y cuatro años.
Brenda Fernández (28) es una madre soltera que se dedica a lavar y planchar ropa para llevar el sustento a sus cuatro vástagos en esta ciudad. “Desde las seis de la mañana estoy esperando lograr una oportunidad para que el doctor me vea a la niña y al niño, ella tiene anemia y él fiebre a causa de infecciones en la piel, mis hijos necesitanatención, pero dicen que no hay suficientes médicos”.
A las diez de la mañana en el consultorio se encuentra el paciente número cuatro. Ella es la número 19. Hasta pasadas las doce del mediodía logra su propósito.
La situación de Fernández se repite una y otra vez en los centros de salud de la ciudad. Miles de personas viven en carne propia la escasez de galenos. Incluso, hay veces que tienen que regresar a sus hogares porque no logran un cupo para su atención.
Acciones
Ante la delicada situación que atraviesa el sistema de salud de El Progreso, un grupo de 20 médicos hondureños graduados en Cuba y oriundos del sector iniciarán esta semana su labor social para ayudar a los pacientes.
“Eso fue nuestro sueño al viajar a Cuba, regresar para apoyar a los más necesitados y eso haremos”, dijo el médico Bernan Zelaya.
El cesamo de Mucula, al norte del municipio y que da cobertura a 13 aldeas, es atendido por una enfermera auxiliar. Ahí llegarán nuevos médicos.
La iniciativa de los profesionales de la medicina es respaldada por la Municipalidad, cuyas autoridades les realizaron un reconocimiento por su logro y visión humanitaria.
Karen Beatriz Licona, oriunda de la aldea Mucula, dijo “estamos urgidos de un médico, ya no queremos promesas”.
Alfonso Bonilla, jefe municipal de Salud en la Perla del Ulúa, aseguró que con el apoyo esperan remediar las necesidades de compañeros en los diferentes centros de la zona”.
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