San Pedro Sula, Honduras
Al menos 17 mil personas fueron obligadas a abandonar por la fuerza sus casas en Honduras en los últimos años, y muchos de ellos las perdieron por completo.
German Alfaro, exsubcomandante de Fuerza Interinstitucional Nacional (Fusina) en la región noroccidental, aseguró a LA PRENSA que lo más preocupante de este dominio de territorio de los pandilleros “es la complicidad que tienen los grupos criminales que están coludidos con el personal de varias instituciones del Estado que les ayudan a quedarse legalmente con las casas, bienes y negocios”.
“Lo más delicado en todo esto es que en los barrios y colonias adonde los delincuentes se apoderaron de las viviendas que dejaron las familias, ahora esos bienes son propiedad de ellos.
Hay complicidad con el Instituto de la Propiedad (IP), con los registros municipales y con diferentes instituciones para que estos hechos sucedan, si no ellos no tendrían la propiedad sobre las casas, buses y empresas”, explicó.
 Las casas fueron desmanteladas totalmente. De muchas solo quedan las paredes. |
No lo descartan
Ebal Díaz, presidente del consejo directivo del Instituto de la Propiedad (IP), reaccionó que aunque no hay denuncias en la institución, no descarta que esas acciones estén ocurriendo.
“En nuestra administración no hay denuncias de irregularidades en la adjudicación de casas a mareros. Pero llamaría a la población afectada que interponga sus denuncias.
Nosotros vamos a abrir un espacio protegiendo en el anonimato a las personas para que puedan denunciar estas situaciones. Pero en este momento la Dirección del Registro ni el Instituto ni ninguna dependencia nuestra cuenta con una denuncia en ese sentido. A mí no me cabe la menor duda que eso ha de estar pasando”, explicó el funcionario. Según Díaz, solo de dos formas podría darse el traspaso de un bien inmueble a las estructuras criminales.
“Hay dos formas de que lo hagan: el pandillero extorsiona al propietario si no va y firma la escritura, pero el registrador no tiene forma de saber eso, a él le llevan un testimonio que fue firmado ante un notario. Si hay un registrador metido en esto, hay un notario.
 Las iglesias han hecho un gran papel para ayudar a devolver las esperanzas a los que se quedaron pese a las amenzas. En esta pulpería de Chamelecón venden Biblias.
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Es una cadena, habría que ver qué notarios se han prestado a esto también, porque un registrador no le va a inscribir un título de traspaso de dominio sin que intervenga un notario público”, agregó Díaz.
“Estamos atacando las malas prácticas que hay en el Instituto de la Propiedad. Pero si esas denuncias que hace la población, sin duda, son cosas que han de existir, hay un notario de por medio”, finalizó.
La Unidad de Desarrollo Comunitario de la alcaldía de La Lima refirió que en 2013 unas tres mil personas abandonaron sus viviendas en el sector de la Planeta, es decir, que más de 400 están deshabitadas, de 1,600 que hay en la colonia.
Como la Planeta, las colonias Pineda, de San Manuel, La Paz, de La Lima, Chamelecón, Satélite, Rivera Hernández, San José V y La Pradera de San Pedro Sula son otras zonas donde hay colonias casi desoladas.
Olancho, Cortés, Colón, Francisco Morazán y Yoro son los departamentos que reportan más expulsión de hondureños por razones de inseguridad y amenazas.
