Tegucigalpa, Honduras.
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández fue el encargado de encabezar el inicio de las fiestas patrias en la capital para conmemorar el aniversario 193 de la independencia de Honduras.
Desde muy temprano, el fervor del orgullo nacional y el civismo fue evidente en las calles de Tegucigalpa.
La movilización de ciudadanos dispuestos a celebrar el Día de la Independencia fue enorme.
Los actos oficiales comenzaron frente a las instalaciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en el bulevar Suyapa.
Al lugar arribó a eso de las 6:00 am el Presidente hondureño acompañado por su esposa Ana y los titulares de los poderes Legislativo y Judicial.
También participaron en el acto los representantes de su gabinete de gobierno para celebrar la primera de las ceremonias programadas de ayer.
Un contingente policial y militar resguardaba la zona desde la madrugada, en espera de la llegada de altos funcionarios, cuerpo diplomático e invitados especiales.
Los embajadores de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica recibieron los pabellones de sus respectivos países de manos de las autoridades municipales del Distrito Central.
Posteriormente, fue entonado el Himno Nacional y La Granadera, mientras las banderas eran izadas en las astas ubicadas junto a la estatua del prócer centroamericano Francisco Morazán, el glorioso general hondureño.
Los primeros siete cañonazos resonaron minutos después desde el cerro Juana Laínez, en las cercanías del estadio Nacional Tiburcio Carías Andino.
Más tarde, a eso de las 7:00 am, comenzaron en el mismo sector los tradicionales desfiles patrios, en los cuales participaron más de 60 centros educativos públicos y privados de Tegucigalpa y Comayagüela.
En su mensaje, Hernández declaró que este aniversario de independencia es ideal para iniciar un cambio positivo en el país.
“Hoy (ayer) es el momento de transformar esta nación. Hay que cambiar primero cada uno de nosotros para lograrlo”, expresó el mandatario.
El Presidente instó a los hondureños a ser parte de la construcción de un país más desarrollado y encaminado hacia la paz y la unidad.
“Seremos una nación incluyente con los más necesitados. ¡A cultivar ese corazón de los hondureños, a construir esa patria valiente de Morazán y a luchar como lo hizo incansablemente el indómito indio Lempira!”, declaró. Luego finalizó su discurso diciendo: “Un saludo a mi pueblo, un saludo a los pueblos centroamericanos. ¡Dios bendiga a Honduras, Dios bendiga a Centroamérica!”.
Por otra parte, el gran espectáculo de la fiesta patria de ayer estuvo a cargo de las Fuerzas Armadas, quienes dieron una impresionante demostración al desarrollar en el estadio Nacional simulacros de operaciones de rescate, además de las maniobras de los paracaidistas y soldados que dieron muestras de sus habilidades tácticas, lo cual emocionó a los miles de presentes en el inmueble deportivo.
