Tegucigalpa, Honduras.
Las víctimas de violencia doméstica, en caso de que no se sientan bien emocionalmente, tendrán derecho de renunciar a una confrontación con su agresor cuando ambos sean parte de un juicio librado en los tribunales de justicia.
Así lo establece una contrarreforma introducida a la Ley contra la Violencia Doméstica, aprobada por el Congreso Nacional con la venia de todas las bancadas.
La diputada proyectista Doris Gutiérrez explicó que se reformó uno de los numerales de la citada ley, el cual establecía que los actos de violencia doméstica e intrafamiliar pasaban al ámbito privado; es decir que la víctima no podría exponer al agresor.
Este inciso obligaba a las víctimas a enfrentarse a su victimario, lo que -según la diputada- no es recomendable por el daño moral que se le ha causado. Con el cambio, el inciso 5 del artículo 23 dice que “la víctima no será sometida a una confrontación con el denunciado si no está en condiciones emocionales para ello”.
Las víctimas de violencia doméstica, en caso de que no se sientan bien emocionalmente, tendrán derecho de renunciar a una confrontación con su agresor cuando ambos sean parte de un juicio librado en los tribunales de justicia.
Así lo establece una contrarreforma introducida a la Ley contra la Violencia Doméstica, aprobada por el Congreso Nacional con la venia de todas las bancadas.
La diputada proyectista Doris Gutiérrez explicó que se reformó uno de los numerales de la citada ley, el cual establecía que los actos de violencia doméstica e intrafamiliar pasaban al ámbito privado; es decir que la víctima no podría exponer al agresor.
Este inciso obligaba a las víctimas a enfrentarse a su victimario, lo que -según la diputada- no es recomendable por el daño moral que se le ha causado. Con el cambio, el inciso 5 del artículo 23 dice que “la víctima no será sometida a una confrontación con el denunciado si no está en condiciones emocionales para ello”.
