Tegucigalpa, Honduras.
Un “conflicto de funciones” que incluso podría perjudicar las relaciones con Nicaragua traería como consecuencia el doble cargo de la vicecanciller, Diana Valladares, quien será la nueva embajadora hondureña en Managua.
La subsecretaría de Relaciones Exteriores confirmó el martes que en los próximos días asumirá el cargo de embajadora de Honduras en Nicaragua y reveló que también seguirá como vicecanciller, por lo que permanecerá 15 días en Tegucigalpa y 15 días en Managua.
A juicio de analistas en temas de derecho internacional, esta doble función representa una “aberración diplomática” que vulnera la estructura organizativa de la secretaría de Relaciones Exteriores y el servicio diplomático hondureño.
Esto en virtud de que, según la estructura lógica, Valladares en calidad de embajadora estará por debajo de la Dirección de Política Exterior, la cual a su vez debe seguir lineamientos de las tres subsecretarías de Relaciones Exteriores.
Contradicción
“Hay una contradicción con este nombramiento porque genera un conflicto de funciones; es decir, si una vicecanciller es nombrada como embajadora, entonces no se sabe en qué grado jerárquico queda”, consideró el experto en derecho internacional, Graco Pérez.
Según Valladares, no existe ningún conflicto en mantener los dos cargos en virtud de que el puesto de vicecanciller lo seguirá ocupando ad honorem para evitar problemas con el Tribunal Superior de Cuentas (TSC). Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta quién correrá con los gastos que implique la movilización de la nueva embajadora desde Tegucigalpa a Managua y viceversa cada 15 días.
Un “conflicto de funciones” que incluso podría perjudicar las relaciones con Nicaragua traería como consecuencia el doble cargo de la vicecanciller, Diana Valladares, quien será la nueva embajadora hondureña en Managua.
La subsecretaría de Relaciones Exteriores confirmó el martes que en los próximos días asumirá el cargo de embajadora de Honduras en Nicaragua y reveló que también seguirá como vicecanciller, por lo que permanecerá 15 días en Tegucigalpa y 15 días en Managua.
A juicio de analistas en temas de derecho internacional, esta doble función representa una “aberración diplomática” que vulnera la estructura organizativa de la secretaría de Relaciones Exteriores y el servicio diplomático hondureño.
Esto en virtud de que, según la estructura lógica, Valladares en calidad de embajadora estará por debajo de la Dirección de Política Exterior, la cual a su vez debe seguir lineamientos de las tres subsecretarías de Relaciones Exteriores.
Contradicción
“Hay una contradicción con este nombramiento porque genera un conflicto de funciones; es decir, si una vicecanciller es nombrada como embajadora, entonces no se sabe en qué grado jerárquico queda”, consideró el experto en derecho internacional, Graco Pérez.
Según Valladares, no existe ningún conflicto en mantener los dos cargos en virtud de que el puesto de vicecanciller lo seguirá ocupando ad honorem para evitar problemas con el Tribunal Superior de Cuentas (TSC). Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta quién correrá con los gastos que implique la movilización de la nueva embajadora desde Tegucigalpa a Managua y viceversa cada 15 días.
