22/04/2024
08:05 PM

Huracán desde el Pacífico impactaría a Honduras según expertos

Expertos coinciden que debido al fenómeno de El Niño la actividad ciclónica en el Atlántico será más benévola.

Tegucigalpa, Honduras.

El período de lluvias y la temporada ciclónica ya comenzó, y con ello la preocupación en miles de familias hondureñas que habitan en zonas de riesgo en la capital y en las comunidades costeras del Caribe y sur de Honduras.

El 1 de junio de cada año inicia la temporada de huracanes en el Mar Caribe y, por los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes de la Agencia Estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA), para este año se esperan las formaciones de 10 ciclones tropicales nombrados, de los cuales cuatro podrían alcanzar la categoría de huracán, y uno de estos llegaría a ser intenso y con alta capacidad destructiva.

En el Pacífico la temporada ciclónica comenzó el 15 de mayo y termina el 30 de noviembre, tiempo durante el cual se espera la formación de al menos 14 tormentas tropicales.

“La Universidad de Colorado de Estados Unidos ha publicado el último pronóstico de la temporada ciclónica, se pueden formar alrededor 10 tormentas tropicales, de las cuales cuatro se fortalecerían convirtiéndose en huracanes, eso en la cuenca del Atlántico”, manifestó Francisco Argeñal, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Argeñal expuso que de ese número se espera que un huracán alcance la categoría igual o mayor a 3 en la escala Saffir Simpson.

Un huracán categoría 3 puede alcanzar una velocidad del viento entre 178 y 209 kilómetros por hora, con suficiente capacidad para causar daños estructurales en edificios pequeños y destrucción de casas.

Las inundaciones destruyen edificaciones pequeñas en zonas costeras y objetos a la deriva pueden causar daños en edificios mayores con posibilidad de inundaciones tierra adentro.

En cuanto al océano Pacífico, el meteorólogo enunció que el promedio de los huracanes que se podrían formar en esa zona serán aproximadamente seis, de los cuales se espera que cuatro sean intensos y uno afecte directamente a Honduras.

Reconoció que la temporada ciclónica será muy baja para el Mar Caribe a pesar de ser la zona más intensa del país.

En ese sentido precisó que el país puede ser afectado por una tormenta tropical que pase a menos de 100 millas de la costa y el pronóstico bajó de un 74% a 51% (valor menor al promedio anual de un 64 %) en la parte Atlántica.

Canícula más intensa

El fenómeno de El Niño es uno de los eventos climáticos que han afectado seriamente el país en los últimos años y en esta ocasión su efecto será mayor a partir de julio y hasta agosto, cuando iniciará el período de la canícula, explicó el experto.

“Es decir que vamos a tener un largo período con menos lluvias entre finales de junio y finales de agosto, este impacto se verá en el corredor seco, que incluye los departamentos de Choluteca, Valle, el sur de El Paraíso, Francisco Morazán, el sur de Comayagua”, informó.

Por su parte, Carlos Cordero, subcomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), amplió sobre este fenómeno y explicó que lo que provoca es una retención de la zona intertropical de convergencia. “El fenómeno de El Niño está afectando América del Sur en este momento, la incidencia principal que tiene en la región y en Honduras, es que nos retiene la zona intertropical de convergencia y al no subir lo suficiente tenemos sequía”, expuso Cordero, por lo que indicó que al dar inicio la temporada ciclónica en el país, Copeco está trabajando arduamente con los comités de emergencia municipales y con las oficinas regionales de la comisión para la prevención de desastres.

Además, el funcionario apuntó que se han establecido obras de mitigación para apoyar a la ciudadanía que vive en zonas de alto riesgo y hasta el momento no ha habido grandes pérdidas por las lluvias que han caído.

Hace dos días, Rick Knabb, director del NOAA, dijo que “sin importar las previsiones para la temporada, de lo que El Niño haga, de cuántos años hayan pasado desde que sufrimos un impacto, tenemos que prepararnos igual porque cada año es diferente (...) y no podemos predecir a dónde se dirigirá una tormenta cuando se forme”.

Pidió a la población aprovechar esta tregua climática en el Atlántico para prepararse para otras que quizá sí serán intensas.