18/04/2024
06:05 PM

Indígenas Pech de Honduras buscan apoyo para formar empresa

El objetivo de los aborígenes es tener una compañía comunitaria de granos.

Tegucigalpa, Honduras

El pueblo indígena Pech que vive en el oriente de Honduras impulsa un programa comunitario de granos básicos que quieren volver más eficiente, para lo que necesitan reactivar una planta secadora y están buscando ayuda.

Así lo dijo a Efe en Tegucigalpa Melvin Martínez, en representación de la Empresa de Compra y Venta de Granos Básicos del Pueblo Pech, que beneficia a siete comunidades de esa etnia y otras comunidades no indígenas.

Martínez y otros miembros de su comunidad en el sector de Dulce Nombre de Culmí, departamento de Olancho, en el este de Honduras, llegaron el viernes a Tegucigalpa para ratificar su compromiso ante las autoridades del Instituto de Conservación Forestal (ICF) de controlar y reducir los incendios forestales en sus territorios.

El director del ICF, Misael León Carvajal, felicitó al grupo de pobladores porque además de pensar en ser protagonistas de su propio desarrollo partiendo de sus necesidades reales, se comprometieron a mayores responsabilidades como la de reducir los incendios forestales.

La visita de la representación de los Pech a Tegucigalpa no ha podido ser mejor, porque su secadora de granos será reactivada con el apoyo de varias instituciones y el Programa de Pequeños Proyectos (o pequeñas donaciones) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según dijo su coordinador, Hugo Galeano.

El dirigente indígena subrayó que los Pech utilizan 'muy poco el fuego' para el cultivo de la tierra y que ahora se están concentrando en la producción orgánica, desechando los químicos.

'El propósito nuestro es mejorar la calidad de vida de las siete comunidades Pech con granos de mejorar calidad, generando empleos a través de una empresa del sector social de la economía', enfatizó.

La iniciativa también se orienta a beneficiar a otras comunidades vecinas, no indígenas, que también necesitan granos básicos para su alimentación, añadió.

Martínez indicó que las siete comunidades Pech organizadas suman unas 3,565 personas distribuidas en unas 700 familias.

La empresa de los Pech está 'cultivando maíz, fríjoles, café y cacao, con abono orgánico, como lo hacían nuestros ancestros, estamos dispuestos a no seguir utilizando el fuego, se está recomendando la cero quema para cultivar la tierra', añadió.

La contribución de los Pech reducirá la contaminación ambiental por humo y la degradación del bosque hondureño, que todos los años durante la estación seca arde por incendios, muchos de ellos causados por el hombre.

Los Pech están distribuidos en un territorio cercano a la biosfera del Río Plátano, un patrimonio de la humanidad que se ve amenazado por la destrucción ambiental causada por propietarios de aserraderos y otros grupos que utilizan espacios de la reserva forestal para la agricultura, según denuncias de pobladores locales.

Martínez indicó que los Pech necesitan ayuda gubernamental en capacitación para la producción agrícola orgánica y la protección del medio ambiente porque siguen existiendo comunidades no indígenas que le causan daño a los grupos étnicos.

Agregó que en la zona donde habitan los Pech hacen falta vías de comunicación, centros educativos de calidad y protección territorial para sus comunidades.

Martínez recordó que en la defensa de sus tierras, al menos cinco indígenas Pech han sido asesinados desde 1983 a la fecha, por lo que insistió en que necesitan 'protección'.

Los Pech son uno de los nueve grupos étnicos que existen en Honduras, algunos de ellos en peligro de extinción como sus vecinos los Tawahka, que viven en la confluencia de los departamentos orientales de Olancho, Colón y Gracias a Dios.

El programa de asistencia a comunidades del sector de Dulce Nombre de Culmí por parte de las Naciones Unidas y otras instituciones, incluye un pequeño proyecto hidroeléctrico, la recuperación de variedades criollas de maíz y acceso a la energía solar, indicó Hugo Galeano.

'El proyecto de energía eléctrica nos beneficiará especialmente a nosotras las mujeres que siempre somos excluidas, ahora vamos a poder hacer pan y otras actividades que nos van a generar ingresos. Además, nos uniremos a la reforestación y siembra de árboles', dijo Janeth Guzmán, de la comunidad de Nueva Esperanza.

El apoyo al desarrollo de sistemas agroforestales, entre ellos café, cacao y maderables en varias de las comunidades, forman parte del programa de ayuda, acotó Galeano.