San Pedro Sula. Los 15 migrantes hondureños mutilados que partieron de Honduras tienen clara la misión que los ha hecho recorrer cientos de kilómetros: ser escuchados en México y pedir a las autoridades medidas de seguridad y reformas en la ley migratoria.
Los catrachos llegaron ayer al Senado de la República Mexicana donde participaron en el foro Persona migrante, centro de la política migratoria.
En el evento, los hondureños expusieron la grave situación de violencia que enfrentan a su paso por México y pidieron que se implementen políticas que los protejan de los cobros de cuotas y agresiones por los grupos del crimen organizado.
“Después de tanto sufrimiento creemos que ha valido la pena el gran esfuerzo. Batallamos mucho en Tapachula para que nos dieran una visa humanitaria y llegar aquí, pero lo hemos logrado”, dijo José Luis Hernández, presidente de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad.
El padre Alejandro Solalinde, defensor de los migrantes en México, los acompañó y confirmó ayer que el presidente Enrique Peña Nieto recibirá a los hondureños el próximo viernes en la residencia Los Pinos, en el Distrito Federal.
Destacan sacrificio
El foro Persona migrante, centro de la política migratoria fue organizado por la senadora del Partido Acción Nacional (Pan), Marcela Torres Peimbert, y además de los migrantes participaron el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, y el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne.
Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, en el evento destacó la fuerza de los hondureños que con sacrificio iniciaron la campaña, donde el presidente de México los escuchará.
“Estos migrantes que han venido de Honduras al país han solicitado una audiencia con el Presidente. Gracias a Dios aceptó hablar con ellos. Es un gesto de muy buena voluntad de un mandatario, lo cual agradezco públicamente”, dijo Solalinde.
El encuentro será el viernes por la mañana. Ellos pedirán mayor protección para los migrantes.
