Tegucigalpa. La crisis también golpea al Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR).
Los hondureños que llegan deportados desde Estados Unidos deben volver a sus hogares por sus propios medios debido a que el CAMR ya no les facilita dinero para transporte, alimentación y hospedaje, como antes.
Sor Valdette Willeman, coordinadora del CAMR, explicó que, con el propósito de realizar una labor eficaz, para este año se necesitan 12 millones de lempiras, pero no se sabe dónde los van a obtener.
“No he dialogado con ninguna autoridad del Gobierno, por lo que estoy esperando que tome posesión el nuevo Presidente para ver la situación del CAMR”, dijo Willeman.
“Este enero estamos pasando por una crisis porque no hay dinero para dar transporte y alimentación a los migrantes que llegan al país, por lo que solo tengo baleadas y café”.
Pero alimentación, transporte y hospedaje para los migrantes “no se les da porque estamos viviendo una situación de crisis”.
Una de las mayores preocupaciones de Willeman es que, por la falta de presupuesto, las personas deportadas tienen que salir a pedir a las calles.
“Estoy siendo sincera y espero que a raíz de esto que está sucediendo nos podamos organizar y lograr dinero para los migrantes porque solo en los casos más vulnerables es que se les está ayudando en su totalidad”, aseguró Willeman.
