Tegucigalpa, Honduras
Pese a que el Partido Nacional no logrará la mayoría absoluta de 65 diputados en el Congreso Nacional, es casi un hecho que presidirá la junta directiva de ese poder del Estado colocando a un hombre de suma confianza del presidente electo Juan Orlando Hernández. Se divisa que escogerlo generará una dura lucha dentro del nacionalismo.
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De acuerdo con fuentes consultadas dentro del partido gobernante, el exministro de Seguridad y coordinador de campaña Óscar Álvarez Guerrero, que hasta este momento es uno de los diputados más votados en Francisco Morazán con más de 120 mil sufragios, y el joven parlamentario Reinaldo Sánchez, primero en Olancho con 51 mil votos, figuran como los más fuertes candidatos para ocupar ese importante cargo.
Sánchez tiene muchas probabilidades si se considera que ha sido un hombre de confianza y un proyecto político del presidente Porfirio Lobo Sosa. Además es una persona allegada al nuevo gobernante, pero adolece de falta de experiencia y capacidad de maniobra que requerirá un nuevo Congreso altamente conflictivo por la relación de fuerzas que imperarán en él. Álvarez también goza de la confianza del mandatario electo y sería la persona idónea para el cargo, según fuentes políticas; no obstante, su nombramiento generaría un enorme conflicto en el Gobierno porque las filas del ricardismo no lo aceptarían, pues se perfila como un futuro aspirante presidencial que le puede hacer sombra a Ricardo Álvarez, designado presidencial electo.
Frente a ese dilema surge una tercería, que recae en el parlamentario por Atlántida y curtido legislador nacionalista Rodolfo Irías Navas, quien, según las fuentes, habría recibido la promesa verbal del presidente electo Juan Orlando Hernández de apoyarlo para que ocupe la presidencia del Legislativo.
Navas, un sempiterno cacique en su natal departamento de Atlántida, ya ejerció como presidente del Congreso Nacional durante la administración de Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) y cuenta con experiencia, sagacidad política y sobre todo con respaldo de muchos diputados de su bancada, lo que lo catapultaría a ocupar nuevamente ese cargo en los próximos cuatro años.
De hecho se informó que Navas visitó al mandatario electo Juan Orlando Hernández para pedirle el cumplimiento de la promesa que le formuló durante la campaña política que lo llevó a la primera magistratura del país.
Mueven influencias
Aunque parezca prematuro en vista de que todavía el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha hecho la declaratoria oficial de ganadores, se conoció que dentro del partido gobernante han comenzado los movimientos y los cabildeos para escoger al hombre o la mujer que ocupará la presidencia del Legislativo.
Entre la gama de aspirantes en el partido triunfador también se menciona fuertemente al parlamentario por Colón, Óscar Ramón Nájera; el exdesignado presidencial y diputado electo por Lempira, Samuel Reyes; su correligionario por Francisco Morazán, Oswaldo Ramos Soto, y la diputada por La Paz, Gladis Aurora López Calderón, todos reelectos en este proceso electoral. De los cuatro anteriores se conoció que Reyes y Nájera ha comenzado a tocar puertas y mover sus influencias al más alto nivel para buscar la presidencia del Legislativo e incluso han recibido formal respaldo de varios de sus compañeros de bancada saliente y de los diputados electos.
“Aquí entre nosotros creo que la elección del presidente del Congreso Nacional es una decisión que tomará el propio presidente Juan Orlando Hernández y no creo que vaya a generar pleitos, independientemente de las alianzas que se puedan establecer con otros partidos”, estimó la fuente cercana al gobernante electo.
No obstante indicó que los dos hombres con mayores posibilidades son Óscar Álvarez y Reinaldo Sánchez por su valiosa contribución a la campaña que llevó a Hernández a la presidencia del país.
“Samuel Reyes ha andado haciendo sus gestiones, pero la cosa va a estar entre Óscar Álvarez y Reinaldo Sánchez porque ambos son hombres de mucha confianza del Presidente”, puntualizó.
Mesa opositora
Para el analista político Raúl Pineda Alvarado, todo se perfila para que la presidencia del Congreso la ostente el Partido Nacional, a menos que se cree una mesa opositora compuesta por Libre, el partido Liberal y el Partido Anticorrupción.
El nuevo Congreso Nacional se instala el 21 de enero de 2014 con la junta directiva provisional, pero posteriormente con el voto de 65 diputados o la mayoría absoluta se elige la junta directiva en propiedad.
Pineda Alvarado indicó que, si hay una alianza entre el Partido Nacional y el Liberal, conformarían un bloque parlamentario de 73 diputados, sin contar con los tres escaños de la Democracia Cristiana, la UD y el Pinu.
“Solo con los liberales hacen el número suficiente para poner al presidente del Congreso”, dijo.
Indicó que los nacionalistas tendrán serios problemas en la elección del nuevo procurador general de la República, los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas y los de la Corte Suprema de Justicia, para lo cual se requiere la mayoría calificada, es decir, 86 votos de los 128 miembros del legislativo.
El analista estimó que si el expresidente Manuel Zelaya es inteligente podría negociar con el PAC y los liberales para quedarse con la Corte Suprema de Justicia.
