Tegucigalpa, Honduras
El expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, cuya esposa Xiomara Castro disputa la presidencia, manifestó este sábado su 'confianza' en que las elecciones del domingo serán 'transparentes' después de lograr un acuerdo con la autoridad electoral sobre la divulgación de resultados.
Ver especial multimedia: Elecciones en Honduras 2013
Zelaya dijo en rueda de prensa que la dirigencia de Libertad y Refundación (Libre, izquierda), que postula a Castro, logró 'un acuerdo' en una reunión con los tres magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que 'trae satisfacción, transparencia y confianza para que todos asistamos a esta fiesta cívica'.
El presidente del TSE, David Matamoros, informó que las últimas urnas cerrarán a las 16H00 GMT, aunque pueden prolongarse por una hora para los electores que aún estén en final, y pretende divulgar un primer corte de resultados alrededor de las 19H00 locales (01H00 GMT del lunes).
Unos 5,4 millones de hondureños mayores de 18 años están llamados a votar en 16.000 mesas electorales para escoger al sustituto de Porfirio Lobo, 128 diputados y 298 alcaldías.
El candidato a vicepresidente de Libre, Eduardo Enrique Reina, advirtió el viernes que tenían desconfianza porque el TSE pretendía anticipar resultados que pudieran interpretarse como una declaración de un ganador de los comicios, pero anunció una reunión con el TSE para tratar los problemas.
Zelaya explicó que 'las dudas quedan despejadas' con base al acuerdo porque el TSE deberá dejar claro que no se trata de una tendencia, sino sólo de un primer corte porque debe considerar una representatividad de votos de todas las regiones y no solo, por ejemplo, de Tegucigalpa, de tradición nacionalista.
El oficialismo ha manifestado su temor de que Libre salga a las calles a protestar después de darse a conocer los resultados si pierde las elecciones, pero Zelaya dijo que 'no tiene que haber incidentes' a causa del proceso.
Por otra parte, manifestó que el presidente del TSE 'se disculpó' con el atropello que sufrieron observadores acompañantes de Libre que fueron sacados de sus habitaciones por agentes armados y encapuchados y argumentó que 'fue un exabrupto de un empleado de la Dirección de Migración'.
