Nueva York, Estados Unidos.
Una delegación del Gobierno de Honduras denunció ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el país se siente amenazado por la reciente compra de aviones de ataque de El Salvador por la controversia que mantienen ambos países por la isla Conejo.
Este martes 19 de noviembre la delegación hondureña, encabezada por la Canciller Mireya Agüero de Corrales, se reunió en audiencia especial con el Presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Representante Permanente de la República Popular de China, el embajador Liu Jieyi, para hacerle saber las preocupaciones del Gobierno de Honduras por las acciones de las autoridades salvadoreñas, debido a las tensiones provocadas por este país, especialmente por la Isla Conejo, la cual pertenece a Honduras, propiedad confirmada por la Corte Internacional de Justicia, pero que El Salvador insiste en reclamar como suya.
En un comunicado emitido por la cancillería hondureña expresa que 'la Canciller Agüero se refirió a un pequeño nuevo reclamo insular por parte de El Salvador que ha adoptado modalidades de alcance imprevisible al ser sus más altas autoridades las que han expresado que no tenían capacidad militar para reivindicar soberanía sobre la isla de Conejo.
Y que, en ese contexto, la compra anunciada el 30 de octubre de 2013 por el Gobierno de El Salvador de un escuadrón de aviones militares de ataque A 37 ha causado sorpresa y preocupación en Honduras, porque brinda a El Salvador la capacidad militar que decía no tener, en el marco de las tensiones que a los más altos niveles del Gobierno de El Salvador se han vertido contra Honduras'.
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Además se agrega en el boletín de prensa que 'La Canciller agregó que Honduras se siente amenazada, con esta evolución de incremento de poder militar de El Salvador, por la ruptura del balance de fuerzas en un marco mediático peligroso'.
Otra denuncia hecha por la delegación hondureña, mediante un informe, que es el tercero, al Consejo de Seguridad de la ONU, es que no se está respetando la sentencia del 11 de septiembre de 1992 de la Corte Internacional de Justicia en el caso de la controversia terrestre, insular y marítima (Honduras/El Salvador, Nicaragua interviniendo).
La Canciller hizo una relación de los antecedentes de falta de ejecución de la referida sentencia por parte de los Gobiernos de El Salvador que dieron lugar a la presentación ante el Consejo de dos informes anteriores.
La Canciller informó que, no obstante que los tres Estados ribereños de la Bahía de Fonseca reconocen su condición de bahía histórica con aguas interiores y que El Salvador sostuvo en el juicio que las aguas del Golfo tienen el carácter de aguas en condominio, se resiste a reconocer el derecho de co-soberanía de Honduras en las aguas de la Bahía, en la bocana y a la libre entrada y salida de naves de Estado de Honduras desde y hacia la Bahía, dando lugar a incidentes que podrían desencadenar un conflicto que no tendría razón de ser, habiendo las Partes resuelto sus diferencias por medio de la vía judicial internacional.
Por otra parte, la Canciller hondureña enfatizó que han transcurrido 21 años desde que se dictó la citada sentencia y los Gobiernos de El Salvador han rehusado acatar y reconocer el derecho de proyección de los espacios marítimos de Honduras en el Océano Pacífico (mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma continental) a partir de la bocana de la Bahía de Fonseca, conforme a lo decidido por la Corte Internacional de Justicia.
A la luz de todo lo anterior, la Canciller Agüero pidió al Consejo de Seguridad que en ejercicio de sus competencias de mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales y de velar por el estricto cumplimiento de las sentencias de la Corte Internacional de Justicia, emita las recomendaciones y las resoluciones que aseguren el mantenimiento de la paz y de la seguridad en el Océano Pacífico, mediante el cumplimiento sin más dilaciones de la plenitud de la citada sentencia de la Corte Internacional de Justicia.
La canciller de Honduras fue acompañada por los Embajadores hondureños Mary Flores, Carlos López Contreras y Marco Antonio Suazo.
