Culminó sus clases de la maestría en matemática en portugués, aunque no entendía el idioma en que estaban escritos sus libros y que hablaban los docentes.
Las barreras que encontró José Ramón Madrid fueron la motivación para que se dedicara en cuerpo y alma a prepararse para las Olimpiadas Mundiales de Matemáticas, donde sorprendió con su participación.
La competencia se llevó a cabo la segunda semana de julio en Mar de Plata, Argentina, pero nunca descuidó sus estudios de doctorado en Río de Janeiro, Brasil.
Fue una tarea difícil, pero no imposible, para este amante de los números que logró medalla de bronce. Lejos de su familia y con Internet y los libros como sus únicos tutores, Madrid obtuvo también mención honorífica.
“Cuando terminó mi período, el 30 de junio, me concentré en prepararme para las Olimpiadas. Solo tuve dos semanas”, manifestó.
Confiesa que cuando no está en clases pasa estudiando y cuando está de vacaciones resuelve un par de problemas para divertirse.
“Las matemáticas me entretienen. Cuando resuelvo un problema que me ha costado, me emociono”, expresó Madrid, quien vino a pasar vacaciones a su tierra en Trinidad, Santa Bárbara.No por ello se olvidó de su pasión. En su estadía en Honduras se trasladaba los sábados a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán para entrenar a los más jóvenes.
Sus aspiraciones
Con apenas 19 años, en marzo de 2012, empezó sus estudios de doctorado en el Instituto de Matemática Pura y Aplicada en Río de Janeiro, lugar que se ha convertido en su hogar desde 2010, cuando viajó becado para cursar la maestría.
Aunque al principio era difícil entender las definiciones y los conceptos en clases, al término de un año dominaba el portugués, de tal manera que participó como expositor en un congreso matemático. “Fue difícil. Las clases eran en un idioma que no conocía. Tenía dificultadas hasta para comprar algo en la calle. Al comienzo leerlo no me resultó muy complicado. Cuando me hablaban me costaba más pero me adapté ya lo domino”, comentó Madrid.
Su esfuerzo tiene un objetivo y es llevar a cabo sus aspiraciones. También está interesado en estudiar inglés porque al culminar su doctorado, en febrero de 2016, buscará la forma de solicitar una beca en Estados Unidos o Europa.“Quiero continuar estudiando y trabajar en áreas afines como economía o física”.
Familia de genios
Óscar Hernán (21) es el hermano mayor de José Ramón y se encuentra sacando una licenciatura en Matemáticas en México. Mientras Carlos Misael (15) ya ha participado en Olimpiadas nacionales y centroamericanas. Carlos es entrenado por su hermano José Ramón cuando este viene de vacaciones a Honduras. Sus hermanitos menores, David Oseas (8) y Egny Alejandrina (6), también tienen interés en los números.
“Los profesores me dicen que parece que vienen con información genética”, dijo con orgullo José Ramón, padre de los genios de los números.