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Policías y jueces, los más denunciados

  • 11 abril 2012 /

“Por la falta de seguridad pública somos el país del miedo”, dice Ramón Custodio.

Entre las autoridades más denunciadas por violentar los derechos humanos en Honduras durante 2011 figuran policías, jueces, fiscales, funcionarios de Educación, Salud, centros penales y de alcaldías.

Eso es lo que revela un informe divulgado por el Conadeh (Comisionado Nacional de los Derechos Humanos).

El documento que fue remitido al Congreso Nacional por el titular del organismo humanitario, Ramón Custodio, establece que en 2011 se atendió 10,449 quejas, de las cuales 4,904 que representan el 47% corresponden a denuncias contra autoridades estatales y gubernamentales.

El informe añade que también se atendió 2,557 denuncias por violaciones a los derechos de la niñez, mujer, personas con VIH, personas con discapacidad, pueblos indígenas y afrohondureños, personas de la diversidad sexual, adulto mayor y se brindó orientaciones con acompañamiento a 2,988 personas.

De 2006 al 2011, el organismo estatal de derechos humanos atendió a nivel nacional 58,914 quejas de diversos sectores de la sociedad contra autoridades estatales, gubernamentales y particulares, por suponerlos responsables de violentar los derechos humanos, donde se encuentran 2,837 policías denunciados.

En lo que va de la actual administración, el personal del Conadeh, distribuido en 18 oficinas,
atendió y le dio seguimiento a 20,627 denuncias.

Custodio López detalló que las autoridades policiales son las más denunciadas por violentar los derechos humanos en el país. Expresó que en los dos últimos años se atendieron 2,850 denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por miembros de la Policía Preventiva y de investigación.

En su informe, Custodio hizo énfasis que “por la falta de seguridad pública somos el país del miedo”.

Declaró que el miedo es un mal no compartido por todos porque sus autores, que son una minoría, amedrentan a la mayoría dedicada al trabajo y al bien común.

Custodio incluyó entre esa minoría que amedrenta a las mayorías, al poder político y económico, a los criminales comunes y organizados y a las autoridades corruptas como los malos policías que han aprendido a ejercer “el poder del miedo”. Producto de ese temor, dijo Custodio, hay personas que han buscado refugio en sociedades extrañas, porque han perdido el derecho a vivir seguras en su propio país.