16/04/2024
01:29 PM

Viuda de Landaverde visita Congreso Nacional

Hilda Caldera, viuda de Landaverde, y Julieta Castellanos serán recibidas hoy por el Fiscal General.

Hilda Caldera, la que fuera
esposa del extinto Alfredo Landaverde, pidió ayer en el pleno del Congreso Nacional la intervención no solo de la Policía, sino también del Ministerio Público y de la Corte Suprema de Justicia,
para frenar la ola criminal que la semana pasada la dejó sin esposo.

La viuda fue invitada a expresarse ante los diputados en el marco de la presentación de un proyecto de ley mediante el cual se condecorará al extinto Landaverde y se le dará a su familia una pensión vitalicia de 20,000 lempiras.

Acompañada del valor con que se le ha visto desde día del crimen, Caldera llegó al hemiciclo, aunque por momentos el llanto la invadió. Agradeció al pleno la invitación y admitió algunas dificultades económicas de los últimos tiempos, lo que no fue problema, pues nunca ambicionaron fortunas. Agradeció que la bancada de la Democracia Cristiana le concedió a Landaverde una asesoría por la que le pagaban 15,000 lempiras.

Destacó que su esposo fue muy querido acá y en Caracas, donde era muy conocido porque fue líder del Partido Demócrata Cristiana. Lamentó cómo le cambió la vida totalmente con el asesinato de su esposo; pero aseguró que no se iría ni a Estados Unidos ni a Venezuela -su país
natal-, mejor se nacionalizará hondureña, porque lleva 31 años viviendo acá.

“En un segundo me he tenido que transformar, quisiera en este momento si Dios me da vida, exigir que la justicia se cumpla, no tendré paz hasta que se haga justicia, no quiero venganza ni tengo rencor, pero sentí mucha rabia cuando mataron a Gustavo Alfredo, tampoco que me vengan a matar, quienes mataron a mi esposo me ven a mí. Pero no tendré miedo, me quedaré esperando algo porque mi esposo se lo merece, el mensaje de él es lo que espera de cambio, de esperanza, de amor a Honduras”.

“La Policía tiene problema y en todas las instituciones, si seguimos diciendo que no sirve desmoralizaremos al buen policía, eso no puede ser. Igual debe intervenirse también a la Fiscalía, debe intervenirse la Corte Suprema de Justicia, que la Policía no sea el chivo expiatorio, debe ser todo”.

Luego manifestó que sigue en pie de lucha, porque también la crisis trae cosas buenas.

“El se inmoló y yo presentía que lo iban a matar, es una crónica de una muerte anunciada dijo Mario Fumero; pero él denunciaba por impotencia, yo le dije por qué decía todo, pero lo decidió así y lo respeto”. Sus próximos pasos dijo que van encaminados a lograr justicia y que le sirvió
de gran ánimo la rectora Julieta Castellanos y Lesly Portillo, la viuda del general Julián Arístides González.

“Les imploro, que no haya una viuda más como yo, puede que salga otra viuda u otra niña se quede sin papá, mañana pueden ser ustedes los que carguen con esta pena”, les dijo a los diputados. Se despidió con una mirada al cielo, e informó que hoy la recibirá el fiscal general de la República, Luis Rubí, junto a Julieta Castellanos y Lesly Portillo.